El Presidente de la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos (USCCB), Cardenal Daniel DiNardo, aseguró que el trabajo para combatir los abusos sexuales por parte del clero, tras la cumbre convocada por el Papa Francisco, "requerirá la participación activa y la colaboración de los laicos".
En un comunicado publicado este 24 de febrero, al concluir el encuentro de los presidentes de las conferencias episcopales de todo el mundo con el Santo Padre, el Cardenal DiNardo destacó que estos días de trabajo "han sido desafiantes, fructíferos".
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En septiembre de 2018 el Papa convocó a los presidentes de las conferencias episcopales de todo el mundo a un encuentro para analizar el drama de los abusos sexuales por parte del clero, así como las respuestas de la Iglesia. La cumbre se realizó del 21 al 24 de febrero de este año en el Vaticano.
Al concluir el evento, el Vaticano anunció próximas medidas concretas para prevenir y enfrentar los casos de abusos sexuales, entre ellos un próximo Motu Proprio del Papa Francisco "sobre la protección de menores y de personas vulnerables".
El Cardenal DiNardo por su parte señaló que "el testimonio de los sobrevivientes nos reveló, otra vez, la profunda herida en el Cuerpo de Cristo".
"Escuchar sus testimonios transforma tu corazón. Vi eso en el rostro de mis hermanos obispos. Le debemos a los sobrevivientes una vigilancia inquebrantable para que nunca les fallemos nuevamente".
Para curar esas heridas, indicó el Purpurado, se debe "intensificar" la aplicación de la "Carta de Dallas", como se conoce a la Carta para la Protección de Niños y Jóvenes, aprobada por los Obispos de Estados Unidos en 2002 y actualizada en 2005, 2011 y 2018.
"El Papa Francisco, a quien quiero agradecer por esta asamblea, nos pidió 'medidas concretas y efectivas'. Una gama de presentadores, desde cardenales, otros obispos, hermanas religiosas y mujeres laicas hablaron sobre un código de conducta para obispos, la necesidad de establecer protocolos específicos para manejar acusaciones contra obispos, mecanismos de reporte fáciles de usar, y el rol esencial que la transparencia debe tener en el proceso de sanación".
Para el Presidente de la USCCB, "alcanzar estas metas requerirá la participación activa y la colaboración de los laicos. La Iglesia necesita sus oraciones, experiencia e ideas".
"Como hemos aprendido de las juntas de revisión diocesanas, se requiere una amplia gama de habilidades para evaluar las acusaciones y asegurarse de que las políticas y procedimientos locales sean revisados regularmente y así nuestra respuesta de sanación siga siendo efectiva".
"Todos los modelos discutidos esta semana dependen de la Buena ayuda del pueblo de Dios", aseguró.
El Cardenal DiNardo indicó que él y los demás obispos de Estados Unidos se sienten "afirmados en el trabajo que se está realizando. Reforzado por lo que experimenté aquí, nos prepararemos para avanzar propuestas, en comunión con la Santa Sede, en cada una de estas áreas, para que así mis hermanos obispos puedan considerarlas en nuestra Asamblea General de junio".
"Hay una urgencia en la voz de los sobrevivientes a la que debemos siempre responder. Estoy también consciente de que nuestros próximos pasos pueden ser un fundamento sólido para servir también a seminaristas, religiosas y a todos aquellos que puedan vivir bajo la amenaza de abuso sexual o abuso de poder".
El Purpurado destacó que "en nuestra fe, experimentamos la agonía del Viernes Santo. Puede causar un sentimiento de aislamiento y abandono, pero la Resurrección es la promesa de sanación de Dios. Al curar las heridas ahora ante nosotros, nos encontraremos al Señor Resucitado. Solo en Él está toda esperanza y sanación".
Además, el Cardenal DiNardo expresó una "sincera palabra de agradecimiento a los muchos que rezaron por mí y por todos para que este encuentro sea un éxito".