"Doy gracias a Dios por la bendición de ser futbolista y permitirme vivir este sueño", afirmó el argentino Diego Valeri, actual mediocampista del Portland Timbers en Estados Unidos.
A través de un video difundido por la Arquidiócesis de Portland, el deportista oriundo de Valentín Alsina, provincia de Buenos Aires, compartió su testimonio de fe en medio de su exitosa carrera, así como su gran amor a Dios y a su familia.
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"Mi nombre es Diego Valeri y soy católico", se presenta el futbolista que comenzó su carrera en el Club Atlético Lanús (Argentina). Debutó en primera división con 17 años, jugó en Portugal y España, luego volvió a Lanús y ahora es figura del Portland Timbers.
"Empecé a jugar al fútbol cuando tenía tres años. Crecí soñando con llegar a ser un futbolista profesional, ganar trofeos y tener una carrera larga. Yo sé que Él ha preparado todo y Él me da la oportunidad de estar aquí, y Él hace todas las cosas que yo no puedo hacer", expresa Valeri, quien en 2017 obtuvo el premio a mejor jugador en la Major League Soccer.
En su testimonio, el deportista explica que reza cada mañana "las oraciones típicas: El Padrenuestro, el Avemaría, el Gloria, y después paso tiempo con Él. A veces en silencio, a veces le hago preguntas, a veces leo".
"Las cosas más importantes en mi vida son Dios y mi familia", confiesa Diego. "Conocí a mi esposa cuando tenía alrededor de cinco años, porque nuestras familias son amigas, entonces casi crecimos juntos. Es una historia especial: realmente la vemos como un don de Dios".
Respecto a su hija Constanza, asegura que "tener una relación con ella como un papá, como un padre, es único. Es increíble cómo podés amar a alguien y nada más te importa, porque de eso se trata todo. No esperás nada, no querés nada, solamente amás y cuidás a alguien".
El P. Lucas, su párroco, señala que conoce a Diego hace cuatro años y que de él ha aprendido que "Dios no existe solamente para los más necesitados, quienes son heridos de muchas formas, o han fracasado en los diferentes aspectos de la vida. Él es muy exitoso, muy conocido, amado en la comunidad, pero aún se aferra a Cristo".
Al final del video, Valeri recalca que "la responsabilidad es vivir amando a Dios y compartir la luz de Dios con las personas que tenés alrededor".
"Esa es mi responsabilidad como cristiano: compartir lo que es Dios. Quiero que Su nombre sea grande, no que mi nombre sea grande", concluye el futbolista.