El Presidente del Consejo Familia y Sociedad de la Conferencia Episcopal de Francia (CEF), Mons. Bruno Feillet, criticó la ley que elimina de los formularios administrativos de las escuelas las palabras "padre" y "madre" para reemplazarlas por "progenitor 1" y "progenitor 2", algo que consideró "ridículo".
"Una vez más constatamos lamentablemente un intento del Parlamento que, bajo el pretexto de unificar los procesos administrativos, deconstruye la realidad familiar", dijo el también Obispo Auxiliar de Reims en una declaración publicada en el sitio web de la CEF.
Recibe las principales noticias de ACI Prensa por WhatsApp y Telegram
Cada vez es más difícil ver noticias católicas en las redes sociales. Suscríbete a nuestros canales gratuitos hoy:
El Prelado se refirió así a la enmienda de una ley aprobada la semana pasada por el Parlamento como parte de una norma más amplia que apunta a construir "una escuela de confianza".
Esta enmienda ya había sido debatida en 2013 cuando se aprobó la ley que permite los matrimonios de personas del mismo sexo. En esa oportunidad, indica The Telegraph, el actual ministro de Educación, Jean-Michel Blanquer, se opuso a la medida.
Ahora esta modificación cuenta con el apoyo del partido mayoritario en el Parlamento, République en Marche (REM), del presidente de Francia, Emmanuel Macron.
La enmienda también ha sido criticada por colectivos homosexuales, quienes plantearán un pedido para que pueda escribirse en los formularios dos veces la palabra "padre" o dos veces la palabra "madre".
Los que votaron a favor afirman que esta enmienda eliminará la "discriminación" de las "familias homoparentales".
Sin embargo, organizaciones como la plataforma "La manif pour tous" -que lidera la lucha contra la ideología de género en Francia-, advirtió que la enmienda es "totalmente deshumanizante" ya que los "niños necesitan las cosas claras".
La enmienda de la ley debe ser ahora discutida por el Senado.
Mons. Feillet escribió en su reflexión que "no es indiferente para un niño que se diga, especialmente a través de formularios administrativos, que tiene un padre y una madre. Lejos de estar 'atrasados' o 'desfasados', esta práctica de escribir 'padre' y 'madre' nos permite a cada uno orientarnos hacia las generaciones sucesivas. La escuela, en particular, debe participar de esta percepción profundamente estructurante".
Para el Prelado, "esta higienización administrativa de la vida familiar representa la transformación de la ideología de género que quisiera que sea indiferente tener padres del mismo sexo o de sexo distinto".
"Además, en cada familia, incluso las pocas familias en donde hay dos adultos del mismo sexo, estos no se presentan como progenitor 1 y progenitor 2. Es necesario preguntarse quién sería el número 1 y quién el número 2 entre los padres. ¿Y en caso de divorcio, el número 1 se convertiría en el número 2? Se puede ver lo ridículo de esta pretensión", precisó.
"¡Esperamos que el sentido común pueda recuperar su lugar por el bien primero de los niños!", concluyó el Obispo.