El Obispo de San Cristóbal (Venezuela), Mons. Mario Moronta, pidió a Nicolás Maduro dejar el poder tal como pide la mayoría de venezolanos, así como no impedir el ingreso de la ayuda humanitaria porque "no es ningún secreto" que el país enfrenta "la más grave crisis" de los últimos años.
"Sé que le disgusta a usted y sus seguidores que se le hable de 'crisis o emergencia humanitaria' Pero ¿cómo caracterizar la situación que golpea a la inmensa mayoría de nuestros hermanos? No se puede negar el deterioro de la calidad de vida de los venezolanos", expresó el Prelado en una "carta pública y abierta" al "señor Nicolás Maduro Moros".
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En el texto de fecha 17 de febrero, el Obispo de San Cristóbal le dijo que "debe escuchar al pueblo que está pidiéndole un cambio de orientación política", convocando a elecciones libres con un nuevo Consejo Nacional Electoral y otros candidatos. "Abra la puerta y póngase a un lado. La inmensa mayoría de los venezolanos está pidiendo que ya no siga al frente del Poder Ejecutivo", señaló.
El Prelado recordó que la mayoría de la población padece por la falta de alimentos y de medicinas y por "muchas otras calamidades".
"El pueblo le pide que escuche el clamor que proviene de sus sufrimientos, por el hambre, por la falta de medicamentos, por la hiperinflación, etc. (…). Si Usted lo escuchara, podría sensibilizarse y así permitir que quienes quieren ofrecer una ayuda humanitaria, lo realicen: es el bien del pueblo, no el de un grupito lo que de verdad interesa. Pedir y recibir la ayuda de ese tipo no es ninguna traición a la patria; sino un deber moral", afirmó.
"No diga que no es necesario. Fíjese en algo delicado: a muchos sacerdotes y laicos, instituciones de esta región acuden silenciosamente un sinnúmero de oficiales de las Fuerzas Armadas, de los altos puestos del Gobierno, para que les podamos conseguir, en Cúcuta, medicinas para ellos o sus familiares, alimentos, etc. Ciertamente que no se lo dicen por miedo. Pero eso es verdad", añadió.
El Prelado dijo a Maduro que es fácil negar la crisis "y contraatacar con insultos, menosprecios y amenazas. Usted apela a cada rato que la causa es la 'guerra económica': es verdad, existe una 'guerra económica' pero no contra el Gobierno ni las instituciones del Estado, sino contra el pueblo: la guerra de la corrupción que ha enriquecido a muchos que se denominan dirigentes y servidores de la nación".
En su carta, Mons. Moronta recordó a Maduro su reciente pedido al Papa Francisco para que garantice el diálogo. Sin embargo, señaló que además de no haberse cumplido con los acuerdos de octubre de 2016, "no vemos disposición para el auténtico diálogo".
"No me refiero al del entablado o al que se quiere volver intentar, con las élites políticas del oficialismo y de la oposición. Hace muchos años hay un protagonista necesario del diálogo que ha quedado por fuera. Para que haya diálogo verdadero, hay que escuchar de verdad, con sinceridad, al mismo pueblo. Y eso ni se ha dado ni parece darse", expresó.
Tras señalar que dirige esta carta con respeto, Mons. Moronta reiteró a Maduro que "el pueblo está cansado". Además, dijo que el pedido del Papa para que no haya derramamiento de sangre "depende de usted en gran parte".
Además, señaló que cuidar la independencia del país se debe aplicar también "para aquellos países que quieren imponer en Venezuela una ideología que rompe con la integración latinoamericana, desvaloriza a la persona humana y destruye la grandeza de una sociedad". "No nos sigan hablando del 'mar de la felicidad' cuando estamos en medio de un océano de inquietudes, desesperanzas y destrucción", expresó.
Mons. Moronta indicó que "es probable que el tenor de esta misiva no sea de su agrado. He hablado con la verdad y el corazón; también con respeto".
"Yo soy responsable de todo lo que he dicho. Así que no se tomen represalias, ni persecuciones, ni nada que atente contra la seguridad física, psíquica e integral de mi familia, de mis amigos allegados, de los sacerdotes ni de las comunidades que sirvo como pastor de la Iglesia".
"Espero poder seguir caminando libremente por las calles y caminos del Táchira y de Venezuela sin persecuciones. En todo caso, cualquier cosa que le acontezca a los mencionados y a mi persona será responsabilidad de quienes den la orden y de quien debe ser capaz de velar por la integridad de todos", señaló.
El Prelado culminó su carta ofreciendo a Maduro "una oración para que el Dios de la Vida, manifestado en Jesús de Nazaret, le dé la sabiduría y la luz del Espíritu para que tome la decisión más conveniente para Usted y para todo el pueblo venezolano. Ya se lo hemos señalado. Dé el paso".