Tras las violentas protestas contra el presidente de Haití y las muertes por ahogamiento de al menos 28 personas en un cruce ilegal a las Bahamas, los obispos haitianos indicaron que la población debe "despertar" y unirse para encontrar una solución inteligente ante los problemas nacionales.
"Debemos despertar para tomar juntos medidas contra el peligro que nos amenaza a todos. Este es el momento de unir nuestras fuerzas y nuestra inteligencia para salvar nuestro barco común, Haití, que es nuestro orgullo", dijo la Conferencia Episcopal de Haití el 11 de febrero durante la fiesta de Nuestra Señora de Lourdes y la Jornada Mundial del Enfermo.
Recibe las principales noticias de ACI Prensa por WhatsApp y Telegram
Cada vez es más difícil ver noticias católicas en las redes sociales. Suscríbete a nuestros canales gratuitos hoy:
Además, citaron el pasaje del Evangelio de Mateo en el que los discípulos claman a Cristo cuando su bote comienza a hundirse: "¡Señor, sálvanos, estamos pereciendo!".
"El momento es grave, porque hay violencia contra la vida. Deploramos la pérdida de vidas y bienes, registrados recientemente en las manifestaciones. Aprovechamos esta oportunidad para expresar nuestra solidaridad con las víctimas y los familiares de las víctimas", expresaron.
Cuatro días de manifestaciones políticas contra el presidente Jovenel Moise congregó a miles de personas, pero también provocaron disturbios que ocasionaron cuatro muertes y docenas de heridos, informó BBC News.
Los opositores acusan de corrupción a Moise y a otros líderes, después de que un informe judicial señaló que funcionarios y exministros malversaron los préstamos que Venezuela hizo a Haití después de 2008. El documento sugiere que el mandatario participó en las irregularidades.
Los manifestantes pidieron la renuncia de Moise, presidente desde 2017.
Los obispos señalaron que "la hora es grave, la pobreza aumenta, el bien común está amenazado. ¡El país está al borde del abismo! Esta situación no puede durar más. Despertémonos para escuchar a Dios, Maestro de la sabiduría y Principio de toda la vida".
Los migrantes que salen de Haití en barco a veces arriesgan sus vidas para ingresar a otros países. A principios de febrero, un bote de migrantes se hundió a poco más de nueve kilómetros de la costa de Marsh Harbour en las Islas Abaco, al norte de las Bahamas, informó BBC News.
La Fuerza de Defensa de Bahamas rescató a 17 personas, pero cerca de 30 migrantes fallecieron.
Además cerca de 300 personas de Haití han sido sorprendidas intentando ingresar ilegalmente a las Bahamas.
Haití es el país más pobre del Caribe. El 60% de las personas viven con menos de dos dólares por día. El hundimiento del barco ocurrió cerca de la isla de Fowl Cay, donde las lujosas villas cuestan hasta 4.300 dólares la noche.
Los haitianos que intentan cruzar ilegalmente también buscan llegar a las Islas Turcas y Caicos. La mayoría de los migrantes son interceptados en el mar y deportados a Haití.
"Debemos encontrar una solución de sabiduría que tenga en cuenta los mejores intereses de la nación y la defensa del bien común. En este sentido, apelamos a la conciencia ciudadana para una decisión patriótica, aunque solo sea a costa de grandes sacrificios", agregaron los obispos.
Finalmente, pidieron oraciones por Haití y para que el país vuelva su rostro hacia Dios.