A pesar de que el peor nivel de violencia ya pasó, para el Arzobispo de Alepo, Mons. Antoine Chahda, aún es necesario algo clave para que Siria pueda volver a la paz que vivía antes de 2011.
Siria sufrió 8 años de guerra desde 2011, cuando grupos armados rebeldes, entre ellos terroristas del Estado Islámico, se levantaron en armas contra el Gobierno del presidente Bashar al-Assad.
Recibe las principales noticias de ACI Prensa por WhatsApp y Telegram
Cada vez es más difícil ver noticias católicas en las redes sociales. Suscríbete a nuestros canales gratuitos hoy:
Al-Assad por su parte ha sido acusado de atacar con armas químicas a la población y a los rebeldes.
En diálogo con ACI Prensa, Mons. Chahda, invitado a México a compartir su testimonio para la segunda Noche de los Testigos, de Ayuda a la Iglesia Necesitada (ACN), señaló que "se terminó la guerra de explosiones, de matanza, pero estamos viviendo actualmente una situación de segunda guerra interna, que es la situación económica malísima que estamos viviendo".
El país sufre, indicó, de "un embargo de los países poderosos en contra de Siria, por el que no podemos recibir nada desde afuera".
"No tenemos luz, no tenemos gas, no tenemos gasolina. Eso viene de poco a poco, de la reserva que tenemos", dijo.
La Unión Europea ha impuesto varias sanciones contra Siria, como embargo de petróleo, congelamiento de bienes del banco central sirio y restricciones de exportaciones y tecnología que "pueda ser usada para represión interna".
Durante el Gobierno de Barack Obama, Estados Unidos equipó a grupos rebeldes y desde 2015 desplegó tropas en el país. El Gobierno de Donald Trump ofreció retirar de Siria las tropas estadounidenses en el transcurso de 2019.
Para el Arzobispo de Alepo "lo importante ahora es que nos dejen tranquilitos los que están metidos ahí para influir, para obligar, para perjudicar y robar los bienes de nuestro país. Que nos dejen tranquilos, que salgan".
"Hoy en día dice Estados Unidos que va a sacar su ejército de Siria. Hasta el momento no lo hicieron. Políticamente, en prensa, en radio y televisión dicen que han salido. Eso es mentira. Hasta el momento no salieron del país, están obligando a la gente a aguantar más sufrimiento".
Mons. Chahda señaló que "nosotros queremos nuestra libertad, nuestra tranquilidad, que nos dejen tranquilos. Nosotros sabemos cómo llevar nuestra vida".
"Que saquen el embargo y el pueblo podrá seguir adelante", aseguró.
El Prelado destacó que el Papa Francisco "rezó bastante" por la paz en Siria y "sigue rezando, nosotros rezamos para que la cantidad de los sirios cristianos mantengan su fe hasta el final".
"Últimamente estuve en Roma cuando el Papa Francisco alumbró la vela. Estaba ahí también en la embajada de Polonia con el Nuncio Apostólico de Siria, Cardenal Mario Zenari. También alumbramos una vela y rezamos por los niños en Siria. Pero eso no es suficiente para nosotros, nosotros queremos que los países grandes se retiren de nuestro sitio, que nos dejen libres para poder reformar nuestra vida, vivir con tranquilidad".
Mons. Chahda señaló que si bien en Siria los cristianos viven "en un país musulmán", siempre llevaron "una vida muy normal con ellos", con "los musulmanes buenos, los musulmanes abiertos al mundo".
"No queremos un musulmán fanático radicalista, como vienen a sembrar los países poderosos. Por eso compraron miles de personas sirias, por dinero, por pocos dólares, para que los sirios se maten uno contra el otro. Lamentablemente es así", dijo.
"Nosotros vivíamos en paz. Nunca tuvimos problemas con nadie. Ellos quieren obligarnos a dejar todo lo que es una vida normal y obedecer a sus mandatos".
El Prelado indicó que la Iglesia en Siria es "rica de espiritualidad, de cantidad de religiosos, religiosas, sacerdotes, arzobispos, colegios católicos, catecismo. Tenemos de todo. Espiritualmente somos un país, una ciudad excelente. Y también tenemos nuestros bienes económicos. Tenemos mucho. Pero hoy día, durante la guerra, todo fue bloqueado".
Por eso, señaló, ha sido importante el trabajo de Ayuda a la Iglesia Necesitada, "que se presentó en nuestro país, especialmente a la ciudad de Alepo, a la ciudad de Homs, para brindar su ayuda económica, para salvar la vida de miles de familias que quedaron en la ruina".
De la mano de ACN, dijo, se ha asegurado "cesta básica de alimento a estas miles de familias, medicamentos, operaciones quirúrgicas, ayuda a los estudiantes, universitarios y de colegios, restauración de casas, está brindando todo tipo de ayuda".
El Arzobispo de Alepo subrayó que "Siria sin los cristianos no puede vivir. Esta armonía entre cristianos y musulmanes va a seguir hasta el final. Esa es la belleza de ese país. Ahí hay amor, hay mucha vida de armonía".
"Ahí la gente se respeta el uno al otro. Los que vinieron a meter la guerra ahí quisieron perturbar esa relación y no lo vamos a aceptar. La Iglesia va a seguir hasta el final con bastante fe y con mucha esperanza de que esta guerra se va a terminar y la vida va a volver a su normalidad. Pero cuándo eso va a ser, nadie sabe".
"No sabemos cuál será el futuro de los cristianos en Siria: ¿nos van a sacar a todos como hicieron en Turquía hace 100 años, cuando los kurdos y los turcos mataron a un millón y medio de cristianos entre armenios y sirios? La historia se repitió 100 años después, la cuestión volvió en Siria, matar a los cristianos para sacarlos del país y dejarlo dividido, perseguido y expulsado de su terreno donde vivió y dio cultura en su país".
"Déjennos tranquilos, por favor, y nosotros viviremos muy bien y felices", aseguró.