Los Obispos de Cataluña han pedido perdón a las víctimas de abusos sexuales y a todas las personas que pueden haber visto tambalear su fe por estos hechos, y reiteraron su "determinación" de adoptar rigurosas medidas de prevención para impedir que se repitan.
Asimismo, los obispos pidieron a todas las diócesis catalanas que se rece y se ayune de manera especial el próximo 6 de marzo, Miércoles de Ceniza.
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"La Iglesia Católica en Cataluña se ha visto sacudida por algunas noticias referidas a abusos de menores", aseguran los obispos de las diócesis de Cataluña en un comunicado y subrayan que es algo que les "llena de vergüenza y de dolor, ya que algunos de los agresores eran personas consagradas o sacerdotes".
Los obispos de las diócesis de Barcelona, Tarragona, Lérida, Tarrasa, Gerona, Urgell , Sant Feliu de Llobregat, Vic, Tortosa y Solsona enviaron una nota en la que subrayan que "los abusos a menores, que condenamos rotundamente, y la cultura que los fomenta o justifica, son un grave problema que afecta a toda la sociedad. Y la Iglesia, como parte de la sociedad, también se ve afectada".
También piden "perdón a las víctimas", a las que aseguran que se solidarizan "con su dolor", y extienden esa petición "a todas las personas a las que el conocimiento de estos hechos ha escandalizado y ha hecho tambalear su confianza en la Iglesia".
"Sufrimos y rogamos por las víctimas, que han quedado marcadas en su vida. En solidaridad con todos los que hayan sufrido algún tipo de abuso y con sus familias nos comprometemos a colaborar en el esclarecimiento de los hechos del pasado y encontrar la manera de ayudar a las víctimas en su restablecimiento", precisan.
Además en el comunicado subrayan que "la Iglesia actuará con determinación para proteger a los niños y los adultos vulnerables, eliminando todo tipo de tolerancia o encubrimiento y para erradicar de nuestras comunidades y de toda nuestra sociedad la cultura del abuso sexual, económico, de poder y de conciencia".
Para ello se comprometen a adoptar "rigurosas medidas de prevención, que impidan su repetición, a partir de la formación de aquellos a quienes les serán confiadas misiones de responsabilidad y educativas".
Los obispos de las diócesis de Cataluña también afirman que "es justo valorar la dedicación generosa y madura de tantos sacerdotes y religiosos, de educadores en las escuelas y el tiempo libre, hacia los niños y jóvenes, y sus familias, y conviene que los defendamos de la sombra de sospechas generalizadas", y por eso recuerdan "el derecho que toda persona tiene a la presunción de inocencia".
Ante la situación actual, reiteran su "firme compromiso con el cumplimiento de la legislación vigente, canónica y civil", que pasa por "poner en conocimiento del Ministerio Fiscal los hechos acaecidos que pudieran constituir delito contra la libertad e indemnidad sexual, para la valoración jurídica que corresponda", "instar a las víctimas a que denuncien los hechos ante las autoridades civiles" e "informar a la Congregación para la Doctrina de la Fe de cualquier caso de abuso fundamentado".
Además aseguran estar "atentos a lo que el Papa Francisco, reunido próximamente con los Presidentes de las Conferencias episcopales del mundo, determine para combatir estas acciones deshonestas y delictivas que tanto afectan el anuncio del Evangelio".
Los prelados también han hecho un llamamiento para que en todas las celebraciones religiosas de sus diócesis "se rece y se ayune de manera especial por las víctimas de abusos" durante el próximo 6 de marzo, Miércoles de Ceniza, día de inicio de la Cuaresma, "que es tiempo de conversión".
Los obispos terminaron subrayando de nuevo su adhesión a la "firme determinación del Papa Francisco que señala que 'el abuso sexual es un pecado horrible, completamente opuesto y en contradicción con lo que Cristo y la Iglesia nos enseñan'".