El Obispo Auxiliar de Managua (Nicaragua), Mons. José Silvio Báez, condenó la agresión que sufrieron en la cárcel unas cinco mujeres detenidas durante las manifestaciones contra el Gobierno de Daniel Ortega.
"Cualquier agresión contra un ser humano es un pecado grave contra Dios", advirtió el Prelado ante los hechos ocurridos el jueves en el Establecimiento Penitenciario Integral de Mujeres.
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La opositora Unidad Nacional Azul y Blanco de Nicaragua denunció el sábado que unas cinco mujeres fueron agredidas por los custodios de la cárcel. Además indicó que dos de las detenidas estarían desaparecidas.
Entre las mujeres agredidas está la líder de los comerciantes en las manifestaciones, Irlanda Jerez.
Mons. Báez dijo que lo sucedido "es algo que envilece, empequeñece a quien lo comete, realmente es una herida que sangra en la sociedad, sobre todo cuando son mujeres indefensas, mujeres detenidas injustamente. Esperemos que esto se detenga definitivamente y que no vuelva a ocurrir"
De igual manera la Asociación de Madres de Abril (AMA), creada para representar a las madres y familiares de las personas asesinadas durante la represión del régimen, se solidarizó con las familias de las mujeres agredidas.
Mons. Báez llamó a las autoridades nacionales a detener la represión, porque esta no favorece a que el país salga de la crisis.
"Todos tenemos que esforzarnos por crear un nuevo tipo de vínculo que nos una a construir la gran familia nacional. Con esta política, con esta dinámica de represión, de apresamiento, de intimidación, de persecución, de espionaje, no vamos a salir nunca de la crisis en la que estamos", enfatizó el Obispo.
En la homilía del domingo, Mons. Silvio Báez, exhortó a la feligresía a aportar a la construcción de una sociedad más justa "donde la ambición de poder no sea una ley de vida" y los motivó a "ser voz de los que en la sociedad son atropellados de sus derechos y ya no tienen ni siquiera fuerzas para alzar su propia voz".
El conflicto en Nicaragua se inició en abril del 2018 donde las manifestaciones civiles han sido violentamente reprimidas por los grupos afines al Gobierno de Daniel Ortega y por la policía.
Para fines del año pasado, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), informó que el número de muertos durante las protestas superan los 325, que incluyen 23 niños y adolescentes.
Sin embargo, según la Asociación Nicaragüense para los Derechos Humanos, los muertos superan los 530 y habría más de 1.300 desaparecidos.
En los últimos meses el Gobierno realizó una campaña para desprestigiar a la Iglesia Católica, en especial a Mons. Silvio Báez; sin embargo, el Prelado recibió el respaldo de los demás obispos y del Arzobispo de Managua, Cardenal Leopoldo Brenes.
El último caso de agresión ocurrió el 26 de diciembre en plena celebración Eucarística, cuando un supuesto grupo de simpatizantes entró lanzando golpes e insultos a la parroquia del municipio de Catarina (Nicaragua) y luego intentaron llevarse la imagen de San Silvestre.