El sacerdote chileno P. Carlos Bolelli cuestionó la burocracia y falta de voluntad que ha impedido que una donación de elementos litúrgicos llegue a dos parroquias pobres de la Arquidiócesis de La Serena.
El P. Bolelli, párroco de Nuestra Señora de las Mercedes, localidad de La Higuera; y el P. Cristián Sánchez, párroco de Santa Rosa de Lima localidad de Tongoy, tienen la urgente necesidad de contar con 20 cálices y 20 patenas para las celebraciones litúrgicas.
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Con esa intención, el 23 de octubre de 2018 el P. Carlos Bolelli contactó al Director de la Enciclopedia Católica, José Gálvez, quien reside en Perú, y que sin conocerlo y solo compartiendo "opiniones y oraciones" por redes sociales, se ofreció "gentil y desinteresadamente a hacer la donación", explicó el sacerdote a ACI Prensa.
En su carta el P. Bolelli explicó que ambas parroquias carecen de recursos y necesitan de cálices y patenas para celebrar dignamente la Eucaristía, pues en las pocas capillas que hay, los implementos litúrgicos se encuentran dañados, lo que "los hacen inadmisibles para la celebración de la Misa".
La parroquia Nuestra Señora de las Mercedes tiene 11 capillas a su cargo, mientras que la parroquia Santa Rosa de Lima tiene 14 capillas.
Antiguamente eran visitadas una vez al año por un sacerdote cuando celebraban la novena y fiesta patronal. Pero desde hace unos cuarenta años, con la mejora de caminos y el acceso a la tecnología, las comunidades "se encuentran mejor acompañadas pastoralmente", precisó el P. Bolelli. Así, pasó de una visita cada dos meses, a una cada dos o cuatro semanas, incluso con la presencia de un diácono para su acompañamiento.
"Los desafíos son muchos, las necesidades también, pero la opción fue centrarnos en el más sublime sacramento, desde y hacia donde toda nuestra fe fluye, se identifica, nutre y da testimonio del Amor de Dios", reflexionó el P. Bolelli.
Con esa intención, la donación de 20 cálices y patenas de acero por un valor total de 2.340 soles (unos 704 dólares) fue enviada por Gálvez al país sureño a través de Correos de Chile.
El 29 de diciembre de 2018 los productos fueron consignados por el fiscalizador como "cáliz de plata", cuyo monto aproximado a pagar son 170 mil pesos chilenos (unos 258 dólares) "en base al régimen general de importaciones, conforme a los antecedentes disponibles en ese momento, provenientes del cupón postal", respondió el Subdeptartamento de Procesos Técnicos Metropolitano del Servicio Nacional de Aduanas a las consultas de ACI Prensa.
"Aun cuando en este formulario se señala que se trata de una donación, esta está impedida de otorgar, ya que al momento del aforo falta la respectiva Resolución Afecta con toma de razón de la Contraloría General de la República, que necesita varios documentos especiales para acceder a este beneficio", agregó el departamento.
La tramitación exenta de pago de impuestos se efectuó bajo el código 14 de Tratamiento Arancelarios Especiales de Aduana de Chile, que indica que quedan libres de impuestos los "efectos destinados a los oficios de culto" y "siempre que se internen por cuenta de las comunidades, monasterios o iglesias a cuyo servicio deban aplicarse".
Para lo anterior se tramitaron varios documentos en reiteradas oportunidades a través de Correos de Chile, la Dirección Regional Aduana de Coquimbo, en la Dirección Regional Aduana Metropolitana y vía correo electrónico.
El Subdepartamento de Procesos Técnicos Metropolitano agregó que esta solicitud "si bien es posible, no afecta a lo ya establecido en el Formulario Postal, ya que solo favorece en tramitar sin Agente de Aduana, algo que se obvió inicialmente", por lo que "por imperativo legal continúan cancelando el pago de IVA (19%) y Arancel Aduanero (6%) y otras tasas".
Como última recomendación, luego de estos trámites sin respuesta favorable, la institución dijo que "la carga puede ser retirada provisionalmente" bajo la descripción de "almacén particular", mientras se "insiste" en la tramitación para liberar de impuestos la donación, esta vez bajo el código 12 que se refiere a las donaciones para "instituciones de beneficencia o asistencia social" sin fines de lucro.
Sin embargo, la denominación "almacén particular" indica que los productos pueden ser retirados con la obligación de guardarlos y no darles uso hasta que el caso se defina en su totalidad bajo el código 12.
La segunda alternativa es pagar los 170 mil pesos para concluir el trámite, pero sin la posibilidad de recuperar el dinero cancelado.
El P. Bolelli lamentó que ante los hechos "haya tanta burocracia y tan poca voluntad de solución" en el Servicio Nacional de Aduanas Chile. "Ha habido funcionarios que han colaborado muy generosamente, pero con capacidades limitadas", "además de los gastos, esfuerzos y horas perdidas, queda la duda de la mala voluntad para dar curso a una respuesta expedita", señaló.
"Seguir a nuestro Señor Jesucristo e intentar ser fiel a su vocación y misión jamás ha sido fácil y estamos esperanzados que por la acción de su Gracia y nuestra humilde tenacidad podamos celebrar aquí el sacrificio de la Misa y algún día -por la Misericordia de Dios- poder llegar al Domingo sin ocaso", concluyó el P. Bolelli.