A su llegada a Panamá por la Jornada Mundial de la Juventud, el miércoles 23 de enero, el Papa Francisco recibió un regalo especial de una joven de 19 años de edad que no dudó en esquivar la seguridad papal.
En diálogo con ACI Prensa, la chilena María José Concha que pertenece a la Juventud Femenina del Movimiento de Schoenstatt, explicó que lo sucedido "fue totalmente improvisado".
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En una de las rutas camino a la Nunciatura Apostólica y en medio de un mar de gente que esperaba el paso del papamóvil, la joven conversó con la asesora de su grupo.
La asesora le comentó a María José que "una chica en una JMJ anterior había intentado pasarle una 'Mater', saltó las vallas y el Papa justo miró para el otro lado" sin poder cumplir su objetivo.
La Mater es la advocación mariana venerada por el movimiento de Schoenstatt a nivel mundial. Su título original es "Madre tres veces admirable". Su imagen es tomada del cuadro pintado por el artista italiano Luigi Crosio en 1898: la "Refugium Peccatorum Madonna".
Quienes estaban con la joven la alentaban a intentar nuevamente la hazaña. "Al principio no estaba muy segura pero lograron convencerme cuando la hermana Dyana me dijo: 'Mari, debes ser audaz en el riesgo, como nuestro padre fundador".
El papamóvil se acercaba y luego de rezar "tres confíos", "puse los pies en la reja para saltar y correr hasta alcanzar al Papa. Al llegar a él, le entregué la Mater y me dijo 'gracias rezo por vos'. Me alcanzaron los voluntarios papales y me empujaron hacia el costado".
María José expresó que sintió "frío de la emoción, fue como darle la mano a toda la Iglesia. Sentí ese encuentro profundo con Dios, el que todos anhelamos. Fueron segundos que quedan en el corazón para toda la vida".
La emoción más grande de la joven "fue poder entregarle a nuestra Reina en nombre de toda la juventud de Schoenstatt internacional y que Ella fuera quien recibiera realmente al Santo Padre".