En medio de informaciones que apuntan a una próxima reglamentación del aborto terapéutico en Costa Rica, los obispos del país le recordaron al presidente Carlos Alvarado que "es deber del Estado garantizar el derecho a la vida de todo ser humano desde su concepción".
El ministro de la Presidencia de Costa Rica, Rodolfo Piza, dijo recientemente a la prensa que en el transcurso del año tendrían lista una norma técnica para permitir el aborto terapéutico.
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El aborto es un delito incluido en el Código Penal de Costa Rica, despenalizado únicamente en casos de riesgo de vida de la madre. La Constitución Política afirma en su artículo 21 que "la vida humana es inviolable".
En un mensaje publicado el 21 de enero, la Conferencia Episcopal de Costa Rica subrayó que "toda norma que pretenda regular la aplicación de un procedimiento médico destinado a una mujer en estado de gravidez debe basarse en estrictos criterios médicos y científicos, y nunca en consideraciones ideológicas".
Lo que se debe buscar, indicaron, es "la mejor manera de salvar la vida e integridad" tanto de la madre como del hijo.
Además, señalaron, "los avances en la seguridad social de nuestro país han logrado proveer a la madre y al hijo de una atención médica de primer orden, que ha reducido la mortalidad materno-infantil a niveles del primer mundo".
Los obispos advirtieron que "expresiones como 'aborto terapéutico' e 'interrupción de embarazo' son simplemente términos que pretenden disminuir la gravedad del acto, pues el aborto provocado siempre será quitar la vida de un inocente, negándole así su derecho humano fundamental".
"Reiteramos nuestra cercanía con las mujeres y las familias que viven la experiencia de un embarazo riesgoso o en circunstancias adversas. El Estado, la sociedad y la Iglesia debemos ser cercanos a estas mujeres y familias en momentos en que requieren todo nuestro apoyo", aseguraron.
Los obispos señalaron que en lugar de facilitar el aborto, el Gobierno debe concentrarse en medidas como "fortalecer los programas de atención y acompañamiento a las mujeres y familias gestantes".
"Llamamos también a todos los cristianos y personas de buena voluntad a estar vigilantes de que en nuestra sociedad crezca siempre el valor y el respeto de la vida humana desde su concepción, esto es desde la unión de óvulo y el espermatozoide, hasta su desenlace natural", alentaron.