En un informe exclusivo de Associated Press (AP), el exvicario del obispo argentino Gustavo Zanchetta, que trabajaba hasta hace poco en la Santa Sede, dijo que el Vaticano habría tenido información sobre las denuncias de abuso sexual contra el prelado desde hace varios años.
Esto contradice una declaración del Vaticano realizada hace unas semanas en la que se informó que solo tuvieron conocimiento de las acusaciones contra Zanchetta por abuso pocos meses atrás.
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Mons. Zanchetta renunció como Obispo de Orán (Argentina) el 1 de agosto de 2017, poco más de cuatro años después de su nombramiento. En ese momento citó problemas de salud y "dificultad de manejar las relaciones con el clero diocesano, algunas de las cuales eran muy tensas" y "una incapacidad para gobernar".
Aproximadamente cuatro meses después de su renuncia, Mons. Zanchetta fue nombrado por el Papa Francisco para la Administración del Patrimonio de la Sede Apostólica (APSA) en diciembre de 2017. La APSA administra los activos y las propiedades inmobiliarias de la Santa Sede.
El 3 de enero de 2019 el Vaticano anunció que había recibido las primeras acusaciones de presunta conducta sexual inapropiada contra Mons. Zanchetta pocos meses atrás, en 2018.
Alessandro Gisotti, Director interino de la Oficina de Prensa del Vaticano, dijo el 3 de enero que "en el momento de su renuncia habían acusaciones de autoritarismo (obispo Zanchetta), pero ninguna acusación de abuso sexual. Las acusaciones de abuso sexual fechan desde otoño".
Pero el P. Juan José Manzano, exvicario de Zanchetta, dijo a AP que el Vaticano recibió quejas contra Mons. Zanchetta en 2015 y 2017 por un supuesto "comportamiento obsceno", mala conducta y acoso sexual de seminaristas adultos, y selfies de desnudos encontrados en su teléfono.
El P. Manzano, quien ahora es párroco en Argentina, dijo a AP que él y varios otros funcionarios diocesanos alertaron al Vaticano en 2015 sobre el comportamiento de Mons. Zanchetta. Aseguró haber enviado al Vaticano las selfies y otras imágenes comprometedoras que se encontraron en los teléfonos del obispo.
"En 2015, enviamos un 'soporte digital' con fotos selfie del exobispo en un comportamiento obsceno o fuera de lugar que parecía inapropiado y peligroso", dijo.
La queja de 2015 contra Zanchetta no fue emitida como una queja canónica oficial, señaló el P. Manzano.
"Fue una alerta que hicimos a la Santa Sede a través de algunos obispos amigos. La Nunciatura no intervino directamente, pero el Santo Padre convocó a Zanchetta y él se justificó diciendo que su celular había sido hackeado y que había personas que buscaban dañar la imagen del Papa", agregó.
El P. Manzano dijo que por un tiempo, tras ser convocado al Vaticano, el comportamiento de Mons. Zanchetta pareció mejorar. Pero luego empeoró, y supuestamente empezó a visitar el seminario "a toda hora", se embriagaba con seminaristas y a menudo viajaba a solas con ellos sin el permiso del rector del seminario.
El P. Manzano dijo que en mayo o junio de 2017, junto al rector del seminario, presentaron una segunda queja contra Mons. Zanchetta ante el Nuncio de la Santa Sede en Buenos Aires, quien la remitió al Vaticano. En ese momento, la situación se había vuelto "mucho más grave, no solo porque había habido una interrogante sobre abusos sexuales, sino porque la diócesis se dirigía cada vez más al abismo", narró el presbítero.
Poco después, en julio de 2017, Mons. Zanchetta anunció la renuncia como Obispo de Orán. Luego de pasar un tiempo en España, asumió su cargo en el Vaticano en diciembre de 2017.
El P. Manzano indicó que una de las razones por las que el Vaticano no tomó en serio las acusaciones contra Mons. Zanchetta fue por la estrecha relación del obispo con el Papa Francisco.
El Pontífice nombró a Mons. Zanchetta como Obispo de Orán en 2013. Zanchetta fue subsecretario ejecutivo de la Conferencia Episcopal Argentina, que encabezó el entonces Cardenal Jorge Mario Bergoglio entre 2005 y 2011.
Sin embargo, el P. Manzano negó que el Vaticano tuviera la intención de mentir u ocultar algo sobre Mons. Zanchetta. Sostuvo que lo más probable es que el Santo Padre y otros funcionarios del Vaticano también hayan sido sido víctimas de "manipulación" por parte del obispo.
Además, dijo que la reciente declaración del Vaticano pudo haber estado haciendo una distinción entre las denuncias presentadas de manera informal y una queja formal contra Zanchetta.
"Nunca hubo ninguna intención de ocultar nada. Nunca hubo ninguna intención del Santo Padre de defenderlo contra algo", dijo el P. Manzano.
Según la declaración de Gisotti del 3 de enero, el actual Obispo de Orán está recopilando testimonios sobre las denuncias contra Mons. Zanchetta, que luego se enviarán a la Congregación para los Obispos.
"Si se confirman los elementos necesarios para proceder, el caso se remitirá a la comisión especial de obispos", dijo Gisotti.
Mons. Zanchetta ha pasado a un retiro temporal de su posición en la APSA mientras la investigación sigue en curso.
Traducido y adaptado por Diego López Marina. Publicado originalmente en CNA.