El Obispado de San Rafael (Argentina) informó la suspensión del P. Carlos Scarlata, investigado por la justicia por supuestamente no haber auxiliado a una mujer, con quien tenía una relación sentimental, durante una descompensación que la habría llevado a la muerte.
"El Obispado lamenta en primer lugar el fallecimiento de la docente y el dolor de su familia y amigos, así como el escándalo que se ha producido por las presuntas acciones de este sacerdote", expresó en un comunicado.
Recibe las principales noticias de ACI Prensa por WhatsApp y Telegram
Cada vez es más difícil ver noticias católicas en las redes sociales. Suscríbete a nuestros canales gratuitos hoy:
El 31 de octubre de 2018 la policía de San Rafael llegó a la casa de la profesora Valeria Cornejo en la localidad de Cuadro Nacional, provincia de Mendoza. La mujer de 36 años fue encontrada muerta y en un estado de descomposición avanzado. Se indicó que sufrió un cuadro de hipoglucemia producto de la diabetes grado 1 y el lupus que padecía.
Al comenzar la investigación, una amiga de la profesora dijo a la policía que Valeria mantenía una relación sentimental con el sacerdote Carlos Scarlata, quien la habría contactado días antes de su muerte para pedirle discreción con la relación.
Según indica el diario El Ciudadano de Mendoza, la testigo señaló que el P. Scarlata le habría dicho que fue a la casa de Valeria días antes que la policía, por lo que se abre la posibilidad de que la hubiese abandonado cuando la mujer sufría el ataque, sin prestarle ayuda ni avisar a la familia o a las autoridades.
El 11 de enero, el P. Scarlata se presentó ante la justicia de San Rafael y admitió al magistrado Javier Giarolli que tenía un romance con la docente y que la fue a visitar el 19 de octubre, pero como no le abrió la puerta se retiró del lugar, indicó el mismo diario.
En la audiencia, el sacerdote entregó su celular y confirmó que eran suyos los audios y chats entregados por la amiga de la fallecida, en que le contaba sobre su visita a la casa de Valeria.
Si bien por el momento no está imputado, el sacerdote fijó domicilio y no podrá salir del país. De confirmarse el presunto abandono a la víctima, el acusado puede ser condenado a entre cinco y 15 años de prisión.
Scarlata es un sacerdote perteneciente a la Diócesis de San Rafael, pero actualmente está destinado a la provincia de Buenos Aires.
En un comunicado del 14 de enero, el Obispado de San Rafael señaló que si bien el acusado avisó días antes al Obispo diocesano, Mons. Eduardo María Taussig, que había sido citado a declarar por la muerte de la docente, "los detalles del caso han sido conocidos en esta sede solo por los trascendidos de prensa".
El Obispado indicó que "se trata de una responsabilidad personal del P. Scarlata el responder por sus actos a la justicia civil, como cualquier ciudadano en esta materia".
Ante esta grave situación, la Diócesis de San Rafael informó que se decretó "la suspensión del P. Scarlata, como medida cautelar, de todas las facultades ministeriales, hasta tanto se pueda proveer conforme a Derecho".
Agrega que "esperamos que las actuaciones de la justicia lleven luz sobre lo ocurrido y se conozca la verdad completa. Hasta tanto, el P. Scarlata permanecerá suspendido cautelarmente de su ministerio y luego se procederá por la vía canónica que corresponda".
Finalmente, el Obispado pidió a los fieles mantener una "oración de reparación por lo que pudiera resultar de las denuncias y por el escándalo que todo esto ya supone en los más pequeños. A la vez instamos a todos a mantener la confianza en el Señor y su Iglesia, más allá de las miserias de los hombres que la integramos".