El vidente de la Virgen de Guadalupe, el indígena mexicano San Juan Diego, es uno de los ocho patronos de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) Panamá 2019. ¿Qué enseñanza lleva para los jóvenes de hoy?
En diálogo con ACI Prensa, el P. Eduardo Chávez, canónigo de la Basílica de Guadalupe y postulador de la causa de canonización de San Juan Diego, destacó que el santo mexicano "es un indígena humilde, sencillo".
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La Virgen de Guadalupe se le apareció al indígena San Juan Diego entre el 9 y el 12 de diciembre de 1531, y le pidió que interceda ante el primer Obispo de México, el franciscano Fray Juan de Zumárraga, para que se construya un templo en el llano al pie del cerro del Tepeyac.
Como prueba de la veracidad de la aparición, la Virgen María le encargó al indígena que lleve las flores de un rosal aparecido milagrosamente en el árido Tepeyac. Cuando San Juan Diego presentó las flores al Obispo, su tilma, la tela en la que las llevaba, quedó impregnada con la imagen de la Virgen de Guadalupe.
Si bien tenía entre 56 y 57 años al momento de la aparición de la Virgen de Guadalupe en el cerro del Tepeyac, al norte de la actual Ciudad de México, San Juan Diego tenía un candor, una honestidad y transparencia impresionante, dijo el P. Chávez.
El también Director del Instituto Superior de Estudios Guadalupanos subrayó que estos valores son los que "todo joven debe de tener. Esa transparencia, esa sencillez, ese espíritu de obediencia a los grandes valores, como era el caso de Juan Diego".
El sacerdote mexicano destacó que San Juan Diego fue intercesor tanto de Santa María de Guadalupe como del Obispo de México Fray Juan de Zumárraga, "porque recordemos que el obispo pide a través de él una señal para poder creer todo".
Además, dijo, "es un intercesor con su tío anciano", que le pidió que le busque un sacerdote para prepararlo "a bien morir".
El postulador de la causa de canonización de San Juan Diego destacó que el santo indígena mexicano sirve de modelo de lo que "todo joven tiene en este mundo que hacer: tener presente la voluntad de Dios, ser con esta fuerza, este animo también intercesor de la Iglesia y también intercesor del pueblo".
"Todo joven tiene en su interior esos valores. Quizás la manera de actuar de algunas instituciones, quizás la forma de percibir las tremendas corrupciones, injusticias, violencias, etc., eso desgarra en el fondo. Eso hace que el joven esté siempre con una sospecha de que no lo vayan a manipular o a jalar a cosas que él no quisiera en el fondo", añadió.
Sin embargo, precisó, "para mí un joven tiene esa fortaleza de la proyección, de un sueño que se hace realidad".
"Todas esas proyecciones de un mundo mejor, de algo más justo, más honesto, más verdadero, más transparente, está latente en el corazón de un verdadero joven".
"Cuando descubran los verdaderos valores religiosos, el verdadero valor de la familia, del ser humano, de ser hijos de Dios, créeme que yo he encontrado jóvenes con una fuerza y un dinamismo y un espíritu, es algo que arrastra", aseguró.
El P. Chávez destacó además el modelo de la Virgen de Guadalupe para la juventud.
"La Virgen de Guadalupe, la Madre de Dios, tiene 15, 16 años. Estamos hablando de la Madre de Dios, sí, pero estamos hablando de la gran juventud de la Virgen María. Cuando ella está en la plenitud de su juventud dice: sí Señor, hágase en mí según tu Palabra", señaló.