El Presidente de la Conferencia Episcopal de Venezuela (CEV), Mons José Luis Azuaje, solicitó una consulta electoral para volver a la legitimidad, luego que Nicolás Maduro juramentó como mandatario para el periodo 2019-2025, un hecho considerado ilegítimo por los obispos y la comunidad internacional.
"Mirando la realidad de nuestro país donde todo se ha desestructurado creo que hay varias áreas en la que hay que pedir e insistir en que se dé un cambio. En lo político, volver a la racionalidad política y a la legitimidad y esto se hace a través de una consulta electoral. Esa consulta electoral tiene el objetivo de elegir nuevas autoridades", explicó el Prelado en entrevista publicada por Vatican News el 11 de enero.
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Unos días antes y tras la conclusión de su asamblea plenaria, los obispos de la CEV señalaron que es ilegítima la juramentación de Maduro realizada el 10 de enero.
Ese día Maduro inauguró su segundo período como presidente de Venezuela, luego de unas cuestionadas elecciones realizadas en mayo de 2018, en las que no participó gran parte de la oposición debido a la inhabilitación de sus principales dirigentes políticos, entre otras razones.
Se estima que los venezolanos con derecho a votos son aproximadamente 20,5 millones, de los cuales no votaron casi 11 millones. Maduro, en una elección muy cuestionada recibió poco más de 6 millones, según las cifras dadas por el Gobierno.
La Asamblea Nacional de Venezuela, con una gran mayoría opositora, no reconoce este nuevo periodo.
Además, varios gobiernos de América, como Estados Unidos, y de Europa han advertido que tampoco reconocerán al Gobierno de Maduro.
La misma posición tomó el llamado Grupo de Lima, conformado por Argentina, Brasil, Canadá, Chile, Colombia, Costa Rica, Guatemala, Honduras, México, Panamá, Paraguay y Perú.
Solo México no firmó la declaración que rechaza el segundo período de Maduro.
Paraguay anunció la ruptura de relaciones con Venezuela, mientras que las autoridades peruanas evalúan una medida similar.
En la entrevista con Vatican News, Mons. Azuaje dijo que "realmente consideramos ilegítimo todo este proceso gubernamental por no tener un asidero en la Constitución, precisamente en el ámbito de las elecciones que se suscitaron en el mes de mayo del año pasado".
El también Arzobispo de Maracaibo dijo que Venezuela necesita "un cambio del modelo económico. Este modelo económico ha llevado a la pobreza, ha llevado a la devaluación, a una hiperinflación, y esto tiene sus consecuencias: los millones de venezolanos que han salido del país".
"Por ende se debe pasar a una economía más abierta, pasar de esta economía rentista, de controles y centralizada, a una economía más abierta que tenga como centro la persona humana", dijo el Prelado.
Los obispos, continuó, "hemos pedido volver a la separación de poderes. El contexto de este Gobierno lo que ha hecho es juntar todos los poderes públicos bajo un paraguas que es el Poder Ejecutivo y esto lleva en sí el resquebrajamiento del Estado de Derecho".
El Arzobispo pidió a "Venezuela y sobre todo a la sociedad civil, volverse a activar. La sociedad civil tiene que tener un protagonismo, por eso decimos que nada de lo que sucede en el país puede ser extraño o ajeno al pueblo venezolano".
También instó al "cese de la represión y las amenazas que son utilizadas por el Gobierno como instrumento para generar miedo y paralización. Esto lleva en sí el respeto de los derechos humanos. Es la petición que siempre hemos hecho al Gobierno, también a esta instancia y a los mismos militares, que respeten los derechos humanos de los ciudadanos y de los pueblos".
Mons. Azuaje agradeció a la comunidad internacional por acoger a los millones de venezolanos que han emigrado a causa de la grave crisis social, política y humanitaria. Asimismo pidió que continúe con la presión sobre el Gobierno para "generar ciertos cambios internos en el país".
Además solicitó investigar a los "funcionarios públicos que se han ido a otros países" y que "se han llevado el dinero de los venezolanos". "Investigar dónde están, investigar esas riquezas mal habidas que desgraciadamente lo que han hecho es empobrecer al pueblo", expresó.
Finalmente pidió a las naciones que han recibido a sus compatriotas "que no abandonen a los venezolanos que se encuentren en sus países" y expresó el compromiso de los obispos de contribuir en esta tarea dentro y fuera de Venezuela.