A casi un mes de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ), el Arzobispo de Panamá, Mons. José Ulloa Mendieta, destacó los temas más importantes que se abordarán en este importante evento eclesial al que asistirá el Papa Francisco.
En declaraciones a ACI Prensa, Mons. Ulloa dijo en primer lugar que los participantes reflexionarán sobre el "papel que tiene la juventud en la transformación del mundo y de la Iglesia". "El mismo joven -agregó- tiene que reflexionar quién soy yo, cuál es mi misión, mi vocación y cómo puedo asumir responsablemente esta transformación".
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También "la figura de la mujer en la sociedad y en la Iglesia, que es un tema importantísimo para el mundo, pero muy especialmente para Latinoamérica", aseguró el Arzobispo de Panamá.
Mons. Ulloa recordó que "a ejemplo de María, que sin miedo asumió la misión y la vocación a la que el Señor la llamó -la sierva del Señor quien dijo hágase en mí según tu Palabra-, se resaltará el papel que ha jugado la mujer en el mundo, pero especialmente en nuestra querida Latinoamérica".
Asimismo, en preparación del próximo Sínodo Panamazónico se recordará la importancia del "cuidado de la casa común", ya que "todos somos responsables de cuidar esta casa común que ha puesto en nuestras manos".
Además, se presentará al mundo otra realidad de la Iglesia centroamericana que es "la Iglesia del martirio".
Mons. Ulloa destacó que "miles y miles de laicos catequistas han ofrecido su vida por el Evangelio y la cumbre de ese martirio lo tenemos en quien es modelo para nosotros: Mons. Oscar Arnulfo Romero".
En esta línea, el Prelado remarcó que "todo esto nos lleva como jóvenes a que podamos nuevamente ilusionarnos, a soñar un mundo nuevo, que una Iglesia nueva es posible".
El Arzobispo expresó su deseo de que el joven pueda, desde ese encuentro con Jesús, de la mano de María y junto al Papa Francisco, "asumir que esta transformación que el mundo espera viene precisamente de él, porque el joven no es el futuro sino el presente del mundo y de la Iglesia".
Otro gran tema que estará presente será el de los migrantes. Mons. Ulloa dijo que los signos de la JMJ han recorrido lugares emblemáticos en Estados Unidos, Venezuela y otros países.
Cristo "fue peregrino y tenemos que acoger al Señor en cada uno de estos migrantes que toca a nuestras puertas y es una gran responsabilidad. Los migrantes se están organizando también para sentirse parte de esta gran fiesta. Nadie puede sentirse excluido de este evento que la Iglesia Universal nos invita a todos, precisamente teniendo como sede este pequeño pueblo que abre sus brazos para acoger a todos", insistió.
Asimismo, el gran mensaje que la JMJ dará al mundo es que "Dios quiera hacer grandes cosas en los pequeños y en los sencillos".
En su opinión, "el joven centroamericano se siente anfitrión y está anhelando el encuentro con hermanos de otras latitudes, de otros continentes, de otros lenguajes, de otras razas, para sentir la unidad: distintos, no distantes".
En esta línea, las familias están ilusionadas también y explicó que la "gran meta" de los organizadores es que la mayoría de los jóvenes peregrinos sean acogidos en el seno de un hogar.
Sobre los frutos que se esperan de la visita del Papa, el Arzobispo panameño mencionó "en primer lugar ilusionarnos" de que "es posible la transformación".
Añadió que el gran fruto de la JMJ es que los jóvenes descubran su vocación, a qué los llama el Señor, "cuál es la misión que tengo en la vida, cómo puedo ayudar a otro también a descubrir"; y cómo María pudo, sin miedo, "contestar: 'He aquí la sierva del Señor, hágase en mí según tu Palabra'".
Al finalizar, Mons. Ulloa animó a participar "a todos los jóvenes del mundo, pero muy especialmente a la juventud latinoamericana". "Esta es la gran fiesta de la juventud latinoamericana para que tengamos un encuentro entre nosotros, pero sobre todo un encuentro con Jesús de la mano de María junto el Papa Francisco", concluyó.