Mons. Silvio Báez, Obispo Auxiliar de Managua (Nicaragua) pidió parar la violencia en el país y llamó a los fieles a no responder con violencia los actos de represión.
"Traten con respeto a la gente, no usen la fuerza bruta, tampoco acusen con falso testimonio", solicitó el Prelado en la Misa dominical.
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Sobre los policías que comparecen como testigos en los juicios contra los detenidos en las manifestaciones contra el Gobierno, el Prelado aseguró que como ellos "tienen las armas", "se sienten con el derecho de mentir en un tribunal".
Por eso hizo un llamamiento a parar la violencia, la cual no solo se realiza con las armas, sino que también "puede ser violencia jurídica, violencia inconstitucional".
Según informaciones publicadas en Vatican News, el Obispo Auxiliar también denunció la normalización de pecados como la corrupción, la extorsión y la violencia.
Por eso recordó que "nadie está por encima de nadie, y si alguien tiene un cargo de estructura en la sociedad tiene que ser para servir y lo tiene que ejercer respetando la dignidad, los derechos y la libertad de expresión. No repriman. No confundan la justicia con la venganza".
También animó a los nicaragüenses a no caer en el desánimo, la resignación o la desesperación.
Por su parte, el Gobierno de Costa Rica alertó sobre el "recrudecimiento" del "acoso y la represión" en Nicaragua, y pidió respeto y diálogo para evitar la "inestabilidad" que afecta la región.
En las últimas horas las fuerzas de seguridad nicaragüenses entraron en las sedes de varios medios de comunicación críticos con el Gobierno de Daniel Ortega. La policía sustrajo varios equipos informáticos de los periodistas así como material de trabajo.
Además los agentes nicaragüenses entraron sin orden judicial en las sedes de al menos cinco organizaciones no gubernamentales (ONG), golpearon a los vigilantes, y según denunciaron algunas madres de manifestantes presos, se les sustrajo dinero y los teléfonos celulares.
Ante esta situación la Cancillería de Costa Rica hizo un llamamiento para que prevalezca el clima de respeto a las libertades y la vigencia de los derechos humanos en Nicaragua.
Cientos de nicaragüenses que se encuentran refugiados en Costa Rica se manifestaron en una pacífica caravana en defensa de los derechos humanos, con la esperanza de que llegue su mensaje hasta las autoridades de Nicaragua.
La Comisión Interamericana de Derecho Humanos (CIDH) condenó la represión contra medios y ONG.
Se trata de "una clara violación al derecho de asociación y de libertad de expresión, que son inalienables", según afirmó Ana María Tello, coordinadora del Mecanismo Especial de Seguimiento para Nicaragua (Meseni), establecido por la CIDH, quien también expresó su preocupación por las medidas tomadas contra las ONG.
Tello aseguró que su enviada para Centroamérica tratará este asunto en su actual visita a Managua.
La organización Human Rights Watch (HRW) denunció también la "represión generalizada" que ha iniciado el régimen de Ortega contra la prensa y los activistas.
José Miguel Vivanco, director para las Américas en HRW, aseguró en un comunicado que "la Administración de Ortega y de (la vicepresidenta Rosario) Murillo ha lanzado una ofensiva para silenciar a aquellos que todavía se atreven a exponer sus abusos y pedirles que rindan cuentas".
HRW también subrayó que la Policía y grupos armados progubernamentales han "acosado, intimidado, asaltado brutal y detenido arbitrariamente a varios periodistas desde abril".
Por su parte, la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) repudió el "allanamiento" y lo calificó de "grave ataque a la libertad de expresión y la democracia".
La presidenta de la SIP, María Elvira Domínguez, señaló en un comunicado que "se trata de otra descarada acción de violencia contra los medios" críticos con el Gobierno nicaragüense, que deja al descubierto el "verdadero rostro de un régimen alejado de la tolerancia y la democracia".