El Presidente de la Conferencia Episcopal Italiana (CEI), Cardenal Gualtiero Bassetti, afirmó que en Navidad celebramos la santidad de la vida, algo que resulta muy necesario ante hechos como el atentado ocurrido en un mercado navideño en Francia.
"Nunca como en este momento, cuando un vil atentado ha portado la muerte a un mercado navideño en Estrasburgo, es necesario recordar la santidad de la vida naciente que celebramos en Navidad", escribió el Cardenal en un artículo titulado "La dulzura de la Navidad", publicado en la edición semanal en italiano del diario del Vaticano L'Osservatore Romano este 13 de diciembre.
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El Purpurado se refirió al atentado del 11 de diciembre en el mercado navideño de Estrasburgo (Francia), donde un sujeto al grito de "Alá es grande" dejó dos muertos, una persona con muerte cerebral y doce heridos.
La Navidad, continuó el también Arzobispo de Perugia, "es un himno gozoso a la sacralidad de la vida. Una vida donada y acogida. Una vida pobre y humilde. Una vida que, por ninguna razón, debe ser cancelada a manos del hombre o, de otro lado, reducida a una caravana consumista".
"La espera de Jesús, el Salvador, viene a dar sentido hoy a este mundo herido por la locura del terrorismo que golpea de improviso y sin piedad alguna al prójimo; y herido también por la difusión de un 'mercado de la vida' que impregna nuestra cotidianidad disfrazando con la piedad una industria del deseo", explicó.
El Arzobispo precisó que si bien estos dos fenómenos son muy distintos, sí tienen "una misma raíz: la pérdida del significado profundo de la vida humana. De un lado, la vida es asesinada por venganza; y del otro es fabricada para generar un provecho".
En vez de eso, continuó, "la Navidad es un himno a la vida que debe cantarse teniendo en cuenta tres palabras: alegría, don, humildad. Es la alegría de un Dios que viene en medio de los hombres y nace entre los últimos de los últimos".
"Solo acogiendo verdaderamente a Jesús en la propia vida, la persona puede ser un 'don para los otros'. Un don gratuito que no deja espacio a negociar los sentimientos ni a las modas efímeras más costosas", resaltó.
De otro lado y aunque no mencionó al sacerdote, el Arzobispo también se refirió a la reciente controversia surgida en Italia luego que el P. Luca Favarin dijera que "es hipócrita" hacer el pesebre en Navidad.
El Cardenal dijo que el pesebre tiene una "gran riqueza cultural y espiritual" y que es además "un símbolo antiguo que en Italia tiene una historia especial gracias a la feliz intuición del poverello de Asís".
"El pesebre todavía hoy tiene este significado: simplicidad evangélica, pobreza y humildad. No tiene otro significado. Las disputas actuales sobre el pesebre, lo que hacen es golpear los oídos de quienes son puros de corazón", resaltó el Purpurado.
Para concluir, el Presidente de la CEI dijo que "es necesario acercarse a la Navidad buscando gustar esta dulzura y limando las asperezas, las maledicencias y las divisiones. Esta es la dulzura de la vida, que nace con una estrella de Belén y que cada año renace en nuestros corazones".