El 6 de diciembre pequeños ataúdes blancos fueron colocados frente al Obelisco de Buenos Aires para rechazar que en las farmacias se pueda vender misoprostol, un fármaco creado para las úlceras, pero usado también para provocar abortos.
La manifestación tuvo por objetivo exigir al Gobierno del presidente Mauricio Macri reconsiderar la resolución emitida por la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT) que permitirá comercializar el misoprostol en las farmacias.
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Con el lema "Misoprostol mata a los Dos", los participantes hicieron un minuto de silencio por los niños y mujeres que mueren a causa del uso abortivo del fármaco.
Alicia Pereyra médico participante del acto expresó que el mensaje es dirigido también "a todos los profesionales de la salud, porque hicimos un juramento, el juramento hipocrático, donde juramos defender la vida desde la concepción hasta la muerte natural".
En la intervención participaron las agrupaciones JUCUM, Comisión Federal de Abogados Provida, Abogados Provida, Médicos por la Vida, Más Vida, Marcha por la Vida y representantes de la plataforma ciudadana CitizenGO.
Este acto se suma a la campaña de firmas que realiza la plataforma ciudadana CitizenGO para pedir la renuncia inmediata del administrador nacional de la ANMAT, Carlos Alberto Chiale, y del secretario de gobierno de Salud, Adolfo Rubinstein.