Los visitantes y peregrinos que recorren el Vaticano ya pueden apreciar el pesebre y el árbol de Navidad en la Plaza de San Pedro a partir de este viernes y hasta el próximo 13 de enero.
La ceremonia de inauguración del pesebre de arena y del encendido del árbol se realizó este 7 de diciembre con la participación de autoridades eclesiales y de las regiones del norte de Italia que donaron el material para el nacimiento y el abeto.
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En primer lugar, el Presidente de la Gobernación del Estado de la Ciudad del Vaticano, Cardenal Giuseppe Bertello, saludó a los presentes y aseguró que para ellos fue un sueño el poder exponer su obra y recordó que esta fue elaborada por un grupo internacional de artistas de diferentes países.
"Es una alegría y honor poder recibirles en la Plaza de San Pedro, felices fiestas a todos", exclamó el Cardenal Bertello.
El periodista italiano Luca Collodi explicó que el árbol proviene de una zona en la que ocurrió una fuerte inundación a finales de noviembre, por lo que la presencia de este abeto en la Plaza de San Pedro tiene también un "significado de esperanza"
Por su parte, el Patriarca de Venecia, Mons. Francesco Moraglia dijo que este proyecto de la tierra veneta italiana está al "servicio del evento que ha cambiado el mundo, un evento sencillo, un evento que se ha realizado y continúa a vivir hoy. Dios hace que seamos capaces de ser salvados y de salvar a otros".
Además, Mons. Moraglia se refirió al pesebre realizado con arena y que muestra el misterio de la Navidad. "Esculpir la arena, es tomar lo efímero y entregarlo en el misterio eterno de la Encarnación", dijo.
"La tierra dice fragilidad, la arena dice que es algo que huye de las manos, un símbolo que permite hacer examen de conciencia para ser capaces de tener relaciones con otros, el anuncio de acogida como Dios nos acoge", reflexionó.
Asimismo, el Patriarca de Venecia habló del sentido del árbol que muestra que "la vida tiene un inicio y un cumplimiento y la Navidad nos dice que está entregado a la eternidad".
Por su parte, el Obispo de Concordia-Pordenone, Mons. Giuseppe Pellegrini agradeció a la Gobernación del Estado de la Ciudad del Vaticano y a las autoridades civiles de las regiones italianas correspondientes.
Este árbol de la región del Friuli "nos recuerda que las cosas más bellas son las regaladas con amor gratuito como Dios Padre con la creación" y recordó que este abeto "sobrevivió a los recientes desastres naturales", por lo que se convierte en un "signo de que el bien, antes o después, vence. Que no todo está perdido, como el bosque que crece y se regenera".
Mons. Pellegrini afirmó que "el abeto es el punto de llegada porque recuerda la victoria de Jesús sobre la muerte. La victoria de Cristo que no pasa por la fuerza sino por el pesebre y la Cruz, como el grano de trigo".
Por último, el Secretario de la Gobernación del Estado, Mons. Fernando Vérgez Alzaga, agradeció la creatividad de los artistas y a todos los que trabajaron en la realización del pesebre y del árbol.
"El árbol -dijo Mons. Vérgez- es una invitación a la unidad y la paz y a hacer lugar en nuestra sociedad a Dios", y finalizó con las palabras del Papa Francisco sobre el llanto y la ternura del pequeño Niño de Belén para que el ser humano despierte de la indiferencia.
Esta ceremonia en la Plaza de San Pedro estuvo animada por música y bailes tradicionales, además de contar con la participación de la banda de la gendarmería vaticana. Mientras se encendía el árbol, el coro de Pordenone entonó el Ave María y posteriormente se escuchó la melodía del villancico Noche de Paz.