En una carta pastoral del primer domingo de Adviento, el Obispo de Shrewsbury (Reino Unido), Mons. Mark Davies, declaró el 2019 como el Año Diocesano de la Santidad, resaltando el énfasis del Concilio Vaticano II a este llamado universal.
"Es este llamado universal a la santidad el que pido que todos nosotros, el clero y la gente, nos enfoquemos nuevamente. Llama la atención que, en medio de todas las crisis del siglo XX, el mensaje central del Concilio Vaticano II fue que cada uno de nosotros, en cada estado de la vida, estamos llamados a la plenitud de la vida cristiana y la perfección del amor: es decir, llamado a convertirse en nada menos que un santo", escribió Mons. Davies.
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El Prelado afirmó que "nuestra renovación en la santidad" es "la única renovación de la Iglesia que importará", porque "solo los santos resolvieron las crisis que la Iglesia ha enfrentado a lo largo de la historia".
"También es la razón por la cual, hoy, en medio de las oscuras sombras del escándalo y el desafío de una nueva evangelización de las sociedades occidentales, es urgente recordar este objetivo de toda vida cristiana, ya que es en los santos donde se encuentra el verdadero rostro de la Iglesia", afirmó.
El obispo resaltó que ningún programa pastoral, conversación, reorganización o reestructuración puede lograr un cambio profundo en la Iglesia que sea suficiente para superar la crisis, "únicamente nuestro esfuerzo por la santidad" que es el "objetivo final de toda vida humana".
"Un santo es alguien que alcanza la felicidad completa y eterna del cielo. Podríamos decir que la santidad es felicidad, solo si somos santos podemos ser verdaderamente felices", dijo Mons. Davies, y agregó que esta meta no puede ser alcanzada por los esfuerzos propios, sino solo con el "poder del Espíritu Santo".
En su carta Mons. Davies alentó a todos en la Diócesis de Shrewbury a hacer todo lo necesario para crecer en la santidad para el 2019, a través de "la oración diaria, la confesión frecuente y, sobre todo, en la Sagrada Eucaristía".
"Este es nuestro propósito cuando entramos de nuevo en Adviento. Pidamos a Nuestra Señora, la que está 'llena de gracia', que nos acompañe en el camino", concluyó el obispo.