El Papa Francisco nombró al Prefecto de la Congregación de las Causas de los Santos, Cardenal Giovanni Angelo Becciu, su enviado especial en la beatificación en Orán, Argelia, de los mártires Mons. Pierre Claverie y de 18 compañeros, entre los que están los monjes de Tibhirine, asesinados en el país africano por odio a la fe en la década de 1990.
La ceremonia, que presidirá el Cardenal Becciu, tendrá lugar el próximo sábado 8 de diciembre en el santuario de Notre Dame de Santa Cruz, en Orán.
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Mons. Pierre Claverie fue Obispo de Orán desde el año 1981 hasta su asesinato con una bomba el 1 de agosto de 1996 por parte de terroristas islámicos a la entrada del Obispado. Nació en Argelia en 1938, durante la dominación francesa del país.
En Argelia vivió toda su infancia y adolescencia, hasta que se trasladó a Europa para formarse como dominico.
Regresó a Argelia y, tras haber ejercido como director del Instituto, fue nombrado Obispo de Orán en 1981. Gran conocedor de la religión islámica, durante su ministerio se esforzó por acercar a cristianos y musulmanes y promover el diálogo interreligioso.
Tras el estallido de la guerra civil argelina en 1991, se esforzó por lograr la paz y terminar con las matanzas y la violencia. Fue precisamente su implicación en favor de una solución no violenta al conflicto lo que lo situó en la diana de los extremistas que, finalmente, acabaron con su vida.
En ese mismo período fallecieron también los siete monjes trapenses del monasterio de Nuestra Señora del Atlas en Tibhirine, secuestrados y asesinados por terroristas islámicos.
Ese suceso fue uno de los más sangrientos de la guerra civil argelina y causó gran conmoción en toda Europa, especialmente en Francia, de donde eran originarios los monjes.
Los grupos terroristas islamistas habían emprendido una campaña contra los extranjeros residentes en el país, especialmente contra los de nacionalidad francesa, y los lugares cristianos fueron uno de sus principales objetivos.
Aunque el peligro era enorme, os monjes trapenses del monasterio de Tibhirine decidieron quedarse debido al fuerte vínculo que tenían con la población local, a la que ofrecían un servicio médico fundamental.
En la noche del 26 al 27 de marzo de 1996, terroristas del Grupo Islámico Armado (GIA) asaltaron el monasterio y secuestraron a 7 de los 9 monjes que había en ese momento.
Los contactos diplomáticos y las negociaciones del gobierno argelino y francés con los terroristas del GIA no dieron ningún resultado. El 21 de mayo de 1996 los terroristas anunciaron que habían decapitado a los siete monjes. Sus cabezas aparecieron el 30 de mayo, pero sus cuerpos no se encontraron nunca.
El pasado 27 de enero, el Papa Francisco firmó los decretos que reconocían el martirio de Mons. Pierre Claverie, de los 7 monjes de Tibhirine y los otros 10 mártires que dieron su vida por la fe en Argelia. Entre ellos están también las misioneras agustinas españolas Caridad Álvarez y Esther Paniagua asesinadas en 1994.