A través del mensaje "Paz social, fruto de la conversión y la justicia", la Conferencia Episcopal del Paraguay (CEP) hizo un llamado a la conversión ante los "graves hechos de violencia criminal" que vive el país.
Los obispos entregaron este comunicado el 29 de noviembre, luego de que el ministro del Interior de Paraguay, Juan Ernesto Villamayor, presentó a la prensa un video de una presunta ejecución a manos del grupo armado marxista leninista Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP).
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La ejecución habría ocurrido en la Estancia "El Ciervo", en Santa Rosa del Aguaray. El video dura solo ocho segundos y se escucha a un hombre dar la orden de disparar al peón brasileño Valmir de Campos que fue secuestrado ese mismo día.
"La sociedad paraguaya está conmocionada por graves hechos de violencia criminal. Nuestra conciencia nos dicta no permanecer indiferentes e indolentes ante tales situaciones. Estos hechos lastiman la convivencia fraterna y debilitan los fundamentos que garantizan la paz social", inicia el mensaje de la CEP.
Los obispos manifestaron su condena a "estos hechos de violencia, así como los secuestros y el narcotráfico, que causan muerte, dolor y sufrimiento a tantas familias".
Cuestionaron si estas situaciones "no son un síntoma de problemas morales y sociales más profundos, y si no debemos hacer un examen de conciencia que nos lleve a revisar las acciones y omisiones que dejan crecer el mal y la violencia en medio de nosotros".
Indicaron que "muchas voces ya identifican varias causas: la injusticia, la impunidad, el machismo, los desequilibrios socio-ambientales, la débil cohesión en la familia y la sociedad, el consumismo, la propagación mediática de la violencia".
Sin embargo, "debemos profundizar la reflexión pero ya no podemos sino ver una serie de males que todos juntos socavan el valor sagrado de la vida, la vida desde la concepción materna; particularmente de la vida más frágil".
En la lucha contra estos males, los obispos señalaron que "la Iglesia anuncia la posibilidad de una conversión que es esencialmente una nueva apertura a Dios y a los demás", donde la persona "es el centro y los pobres los preferidos".
"Mientras asistimos a un deterioro profundo del tejido social y moral de los grupos y comunidades humanas de nuestro país, queremos proclamar con más vigor y más convicción que la misericordia y la solidaridad son valores por los cuales vale la pena jugarse", reflexionaron.
Los obispos de Paraguay advirtieron que "entre estas comunidades humanas afectadas por el deterioro moral está también la familia".
"La Iglesia proclama la importancia de hacer de la familia un espacio de cuidado, de protección, de apoyo mutuo, con la necesaria apertura a realidades más amplias: el bien común de toda la sociedad, sin restricción ninguna a consideraciones de raza, de clase, de etnia, ni siquiera de religión. Esto no se da por sí solo, requiere un compromiso consciente y despierto", sostiene el mensaje de la CEP.
Asimismo, animaron a generar "un proceso de profunda transformación cultural, que cambie aquellas prácticas sociales y políticas de tolerancia a la corrupción y a la impunidad, que carcomen los recursos públicos e impiden la consecución del bien común".
"Para sanar y fortalecer la convivencia pacífica e impulsar la disminución de la violencia debemos trabajar por la equidad social, que permita a todos los ciudadanos, en especial a los que pertenecen a los sectores vulnerables, acceder al cuidado integral de su salud, a una educación de calidad, a fuentes de empleo digno, a viviendas e infraestructura que apunten a dotarles de condiciones para una vida digna y saludable", pidieron.
Al concluir su mensaje, los obispos exhortaron a "asumir decididamente el compromiso de una profunda conversión personal, comunitaria y eclesial, y a trabajar incansablemente por la justicia y por la paz social en el Paraguay, para felicidad de nuestro pueblo".