Con motivo del 50 aniversario de la concesión del título de Basílica Pontificia a la Basílica de San Nicolás de Bari, Italia, el Papa Francisco envió una carta al Arzobispo de Bari-Bitonto, Mons. Francesco Cacucci, en la que destacó la importancia de este templo en el diálogo ecuménico con los Ortodoxos.
En la carta, Francisco mostró su satisfacción por la importancia de esta Basílica, donde se custodian las reliquias de San Nicolás, para "el impulso de la unidad de los cristianos".
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Ese impulso "se ha visto facilitado por la sincera devoción al Santo Obispo de Myra de los fieles de Oriente y Occidente".
Por ello, ofreció un pensamiento especial "a todos aquellos que, de un modo u otro, han cooperado a la actividad litúrgica, pastoral, cultural y, sobre todo ecuménica, cuyos frutos pude constatar personalmente en mi reciente visita con motivo del encuentro de oración y de reflexión con los jefes de las Iglesias presentes en Oriente Medio".
"Animo a todos los que trabajan, con diferentes responsabilidades, en la dirección pastoral de esta histórica e insigne Basílica, a continuar con su servicio con espíritu de colaboración y con renovado ardor apostólico, ayudando a los peregrinos y a la gente que la frecuentan y la miran con confianza de redescubrir la importancia espiritual".
Según señaló, "se trata de favorecer en los fieles el recorrido de una búsqueda asidua de Dios, alimentada de una piedad intensa y de una nostalgia insaciable de contemplación. La oración tiene una fuerza evangelizadora extraordinaria, y es necesaria para conseguir la plena comunión entre los cristianos".
"Deseo que la significativa celebración del 50 aniversario sea, también, motivo de un renovado interés por el estudio de la historia de la Basílica Pontificia, de la figura de San Nicolás, así como de la teología ecuménica".
"La reflexión científica, acompañada de las programadas manifestaciones culturales, pueda enraizarse a la piedad, a la liturgia y al culto hacia el Santo, aportando una valiosa contribución a las relaciones ecuménicas entre la comunidad católica y la ortodoxa", concluyó el Papa su carta.
El pasado 7 de julio, el Papa Francisco se reunió en Bari con los Patriarcas y jefes de las Iglesias Orientales en un encuentro ecuménico que, según afirmó el Pontífice, fue "un signo elocuente de unidad de los cristianos".
En aquella reunión, el Santo Padre y los Patriarcas veneraron juntos las reliquias de San Nicolás, rezaron por la paz en Oriente Medio y dialogaron sobre la situación de los cristianos en esa región.
