Fieles de la Arquidiócesis de Santiago de Chile se reunieron para orar por la paz y la justicia en la Región de la Araucanía, afectada por la violencia y reciente muerte del joven mapuche Camilo Catrillanca Marín a manos de la policía.
Foto: Omar González (Arzobispado de Santiago de Chile)
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Catrillanca fue baleado el miércoles 14 de noviembre en medio de un operativo policial en la comuna de Ercilla. Según la policía, el joven estaba involucrado en un robo de tractores, pero la familia insistió que solo venía de regreso a su casa al bordo de su vehículo.
La versión policial hablaba de que Catrillanca murió porque quedó en medio de un tiroteo, pero el domingo 18 de noviembre se reveló que los efectivos involucrados en la muerte destruyeron las tarjetas de grabaciones de las cámaras que llevaban adheridas a sus uniformes.
La Región de la Araucanía concentra la mayor cantidad de comunidades mapuche, un pueblo indígena que habita principalmente en el sur de Chile y Argentina, y que reclama al Estado chileno la autonomía jurisdiccional, la recuperación de tierras ancestrales, la libertad económico-productiva, el reconocimiento de una identidad cultural, entre otras demandas.
Foto: Omar González (Arzobispado de Santiago de Chile)
La jornada de oración organizada por la Iglesia en Santiago se realizó el martes 20 de noviembre en la iglesia de San Ignacio de Loyola, hasta donde llegaron integrantes de la Pastoral Mapuche de Santiago, sacerdotes, jóvenes, adultos y niños.
La actividad comenzó con un momento de reflexión sobre la situación de La Araucanía y el conflicto mapuche. Luego se dio paso a la oración y finalmente se encendió el cirio pascual como signo de la luz de Cristo que ilumina la esperanza y la paz.
Foto: Omar González (Arzobispado de Santiago de Chile)
En la actividad también participó el Obispo Auxiliar de Santiago, Mons. Cristián Roncagliolo, quien manifestó la preocupación de la Iglesia respecto a la situación actual de La Araucanía, "porque sabemos que la violencia engendra violencia".
"Para quienes creemos en Cristo, reconocemos que Cristo es la paz y cuando la paz se ve violentada es Cristo que se ve violentado", sostuvo el Prelado a Comunicaciones del Arzobispado de Santiago.
Foto: Omar González (Arzobispado de Santiago de Chile)
"Cuando nos juntamos a rezar, nos reunimos para que Cristo y su paz llegue al corazón de todos, para que el pueblo mapuche pueda encontrar respeto a sus tradiciones, a su historia, a su querida tierra y para que todos los actores implicados contribuyamos eficazmente a que la Araucanía encuentre, no solo la paz ante la violencia sino justicia y una amistad cívica que les permita construir juntos el futuro de todos los que viven en esa tierra", dijo.
El también Vicario de la Esperanza Joven animó "a que esta iniciativa también pueda ser replicada por tantos jóvenes llamados a ser protagonistas del futuro de paz".
