El próximo 28 de noviembre la Iglesia en Paraguay iniciará la Celebración Nacional en Honor a Nuestra Señora de los Milagros de Caacupé, Patrona del país, cuya fiesta se celebrará el 8 de diciembre, Solemnidad de la Inmaculada Concepción.
Bajo el lema "Para dar mucho fruto", las celebraciones de este año se enmarcan en el Trienio de la Juventud que comenzó en 2017 y culminará en 2019, y que tiene como fin trabajar con los jóvenes en la nueva Evangelización.
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Durante 11 días el Santuario de la Virgen de Caacupé, situado a unos 50 kilómetros de Asunción, recibirá a miles de peregrinos para la Misas que diariamente se celebrarán en la mañana y en la tarde.
Asimismo, cada jornada contempla un tema de meditación en torno a los jóvenes, con los títulos "Mostrar los frutos nocivos de un juventud desorientada", "Producir frutos en la sociedad", "La amistad con Cristo, condiciones par a una vida cristiana auténtica", "Beata Chiquitunga, modelo de mujer que produce frutos de santidad".
Las celebraciones comenzarán el miércoles 28 de noviembre a las 7:00 a.m. con la Misa presidida por el Obispo del Vicariato Apostólico del Chaco, Mons. Gabriel Escobar, que tendrá como especial intención "que los jóvenes aprendan que toda vida es para dar frutos".
La celebración principal y de clausura será el sábado 8 de diciembre y llevará por tema "María, la que nos dio a todos el fruto bendito de su vientre". Comenzará a las 6:00 a.m. con la "Gran Celebración Eucarística", presidida por el Obispo de Caacupé, Mons. Ricardo Valenzuela.
Después de la Misa de la tarde, a las 7:00 p.m. se cerrarán los festejos con la prédica del rector del Santuario Sagrado Corazón de Jesús, P. Miguel Ángel Cardozo.
Para conocer el programa completo de la celebración ingrese AQUÍ.
Devoción a Nuestra Señora de los Milagros de Caacupé
La devoción a Nuestra Señora de los Milagros de Caacupé se remonta a fines del siglo XVI cuando un indígena guaraní converso al cristianismo se encontró con indios mbayá, a los que consideraba muy peligrosos y enemigos de los conversos.
La historia relata que en medio de su angustia, la Virgen María se le apareció al indio guaraní y le dijo: "Caaguy Cupe-pe", que significa "detrás de la yerba". El indígena hizo caso y se escondió tras un grueso tronco donde comenzó a orar a la Madre de Dios, a quien prometió tallar una hermosa imagen con el tronco que había encontrado.
La Virgen acogió su súplica y el indígena salió salvo. Cumplió su promesa y talló una imagen de la que hoy es la Patrona de Paraguay.
En el año 1603 el lago Tapaicuá se desbordó e inundó todo el valle de Pirayú arrasando todo lo que estaba a su paso incluso la imagen de la Virgen. Sin embargo, al retroceder las aguas milagrosamente apareció la imagen mariana que el indio había labrado. Los pobladores difundieron su devoción con el nombre de "Virgen de los Milagros".
Un devoto vecino, llamado José y carpintero de oficio, le labró una modesta ermita donde empezó a recibir culto la Virgen de Caacupé. La imagen es pequeña, de poco más de cincuenta centímetros. Es una variante de la Inmaculada Concepción y sus pies descansan sobre una pequeña esfera, ciñendo su talle una faja blanca de seda.
Cada 8 de diciembre se celebra la fiesta de María de Caacupé y miles de peregrinos llegan al santuario a demostrar su amor y gratitud a la Madre de todos, a la "Virgen Azul de Paraguay".