Con una Misa a las 4:30 p.m. (hora local) en la base naval de Mar del Plata (Argentina), familiares, amigos y funcionarios de las Fuerzas Armadas recordarán un año de la desaparición del submarino ARA San Juan y sus 44 tripulantes.
El 25 de octubre de 2017 el submarino zarpó desde Mar del Plata hacia el sur de Argentina para realizar unos ejercicios de adiestramiento.
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Sin embargo, el miércoles 15 de noviembre se perdió el rastro de la nave cuando ya estaba de regreso, a unos 430 kilómetros de la costa de Comodoro Rivadavia.
El último contacto con el submarino fue a las 7:30 a.m. (hora local) cuando reportaron una falla eléctrica que ya se había solucionado.
Con motivo del primer aniversario de la tragedia, el Obispo Castrense de Argentina, Mons. Santiago Olivera, dirigió una carta a los familiares de la tripulación ARA San Juan.
"Ya hace casi un año desde que ellos, sus hijos, sus esposos, padres, amigos y novias salieron a navegar pero aún no han regresado, no bajamos los brazos, pero la situación hace muy difícil el reencuentro con ellos aquí. Aceptar la realidad es también un acto de responsabilidad personal y en pro del bien común", dijo Mons. Olivera.
"Una angustia oprime nuestro corazón, un nudo fuerte nos impide el paso de la respiración, pero solo un alma noble puede aceptarlo sin perder la paz y con digna resignación. Nadie se va mientras alguien lo recuerde ni se aleja de nosotros si le damos vida en nuestro corazón", agregó.
"¡Nuestros 44 hermanos de la Armada Argentina están donde siempre quisieron estar, navegando!" dijo el Obispo Castrense al tiempo que recordó es una vocación, "un llamamiento a la heroicidad que conlleva riesgos, incluso el riesgo de dar la vida. Ellos lo sabían, nosotros lo sabíamos y así lo aceptamos".
Mons. Olivera aseguró que los tripulantes zarparon encomendándose a la "Estrella del Mar, Stella Maris" quien "no ha abandonado a sus hijos y aun protege bajo su manto purísimo el valor, la hidalguía y el patriotismo de estos marinos de honor".
"Si ellos desde su lugar nos pudieran hablar, seguramente nos dirían que nos aman… y que nuestro dolor no opaque la grandeza de este acto de amor a la Patria y el destino que Dios les trazó cuando eligieron el Mar", finalizó.