El Vaticano destacó las buenas relaciones entre la Santa Sede y el Estado de Israel durante la visita que el Presidente israelí, Reuven Rivlin, realizó este jueves 15 de noviembre al Papa Francisco.
Además de su encuentro con el Pontífice, el Presidente Rivlin se ha reunido también con el Secretario de Estado del Vaticano, Cardenal Pietro Parolin, y con el Secretario para las Relaciones con los Estados, Mons. Paul Richard Gallagher.
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Según informó la sala de prensa del Vaticano por medio de un comunicado, "durante los cordiales coloquios, que han tenido lugar cuando se aproxima el vigésimo quinto aniversario del establecimiento de las relaciones diplomáticas, se han recordado las buenas relaciones entre la Santa Sede y el Estado de Israel".
"Por lo que respecta a las autoridades estatales y a las comunidades católicas locales, se ha manifestado el deseo de alcanzar acuerdos satisfactorios sobre algunas cuestiones de interés común".
En concreto, "se ha reiterado la importancia de construir una mayor confianza recíproca en vista de la reanudación de las negociaciones entre Israelíes y Palestinos para alcanzar un acuerdo respetuoso con las legítimas aspiraciones de los dos pueblos".
Se ha hablado también "de la cuestión de Jerusalén, en su dimensión religiosa y humana para judíos, cristianos y musulmanes, así como de la importancia de salvaguardar su identidad y su vocación de Ciudad de la Paz".
Finalmente, "se ha abordado la situación política y social en la Región, marcada por varios conflictos y por las consiguientes crisis humanitarias. En este contexto, se ha subrayado la importancia del diálogo entre las diferentes comunidades religiosas con el fin de garantizar la convivencia pacífica y la estabilidad".
Esta visita se produce en un contexto especialmente complejo en Oriente Medio. Esta semana se han producido diversos ataques y contraataques entre el grupo terrorista Hamás y el Ejército de Israel en la franja de Gaza.
Como suele ser habitual, antes de alcanzar un alto el fuego, los más perjudicados por la violencia han sido los civiles. Se trata de la escalada de violencia más importante desde la guerra desatada entre Israel y Hamás en 2014.
Además, el pasado 12 de noviembre, el Observador Permanente de la Santa Sede en la Asamblea General de la ONU, Mons. Bernardito Auza, reafirmó el inquebrantable apoyo de la Santa Sede "a la solución de dos Estados (uno israelí y otro palestino) como el único camino viable a largo término para abordar el amplio problema de los apátridas, que continúa siendo la condición de los palestinos".