El Secretario de Estado del Vaticano, Cardenal Pietro Parolin, explicó que los restos óseos hallados en un local anexo de la Nunciatura Apostólica en Roma no tienen relación con el caso de Emanuela Orlandi, una joven de 15 años desaparecida en 1983.
Según informa la agencia italiana SIR, el Cardenal precisó que "de parte de la Santa Sede no se ha hecho ninguna relación con Emanuela Orlandi" y dijo no saber "quién ha hecho la relación de estos hechos con el caso" de la joven.
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Preguntado por los periodistas en el Palacio San Calixto, donde participó en un congreso, el Cardenal dijo que la Santa Sede decidió advertir a las autoridades de Roma sobre el hallazgo de restos óseos "por razones simplemente de transparencia, para que no haya recriminaciones sobre el hecho que la Santa Sede hubiese escondido alguna cosa. Las cosas se hacen con la mayor apertura y la mayor transparencia".
"Se encontraron estos restos y se ha querido saber exactamente su situación, de quién eran y por lo tanto se ha pedido ayuda a Italia", señaló
El 30 de octubre, día que se hallaron los restos óseos, la Santa Sede informó a las autoridades italianas "para las oportunas indagaciones y la necesaria colaboración al respecto", señaló ese día el Vaticano en un comunicado.
El texto precisa que el jefe procurador de Roma, Giuseppe Pignatone, "ha delegado a la Policía Científica y al Escuadrón Móvil de Roma que establezcan la edad, el sexo y la fecha de muerte" de la persona o personas a quienes pertenecen los restos óseos.
La noticia de los restos óseos la difundieron algunos medios italianos como si estuviera directamente relacionada con el caso de Emanuela Orlandi.
El caso Orlandi
Emanuela Orlandi tenía 15 años de edad cuando desapareció el 22 de junio de 1983 en el centro de Roma. Era hija de un empleado del Vaticano.
Su paradero es hasta ahora desconocido y se han difundido decenas de rumores que tratan de vincular el caso con obispos, sacerdotes y hasta con la captura de Ali Agca, el turco que trató de asesinar a San Juan Pablo II en 1981.
Versiones periodísticas atribuyeron la desaparición al "Frente de Liberación Turco", que pidió la liberación de Agca, que en varias ocasiones aseguró que la joven estaba viva y seguía en Europa.
En 2005, Sabrina Minardi, identificada como examante del capo de la mafia Enrico De Pedis, asesinado en un ajuste de cuentas en 1990, señaló al mafioso como autor del secuestro de Orlandi e insinuó que en su tumba encontrarían pruebas al respecto.
En 2009, Minardi dijo a la Fiscalía de Roma que ella fue la encargada de introducir a la joven en su automóvil y llevarla hasta el lugar donde le dijo su amante, pero aseguró desconocer el paradero final de Orlandi.
El 14 de mayo de 2012 las autoridades abrieron la tumba de De Pedis en la basílica de San Apolinar –donde sus familiares lograron enterrarlo- y solo encontraron los restos de un hombre.
En septiembre de 2017, la Oficina de Prensa del Vaticano desmintió la existencia de un "presunto documento de la Santa Sede que atestiguaría que hubo un pago de una ingente suma, de parte del Vaticano, para gestionar la permanencia fuera de Italia de Emanuela Orlandi, desaparecida en Roma el 22 de junio de 1983".
"La Secretaría de Estado desmiente con firmeza la autenticidad del documento y declara que son del todo falsas y sin fundamento las noticias contenidas en él", precisó el comunicado.
En más de una ocasión el Vaticano expresó su disposición para colaborar y ha colaborado con la justicia en el caso Orlandi. También ha manifestado sus sentidas condolencias a la familia de la joven desaparecida.