Mons. José María Gil Tamayo ha sido nombrado por el Papa Francisco Obispo de Ávila, España, según informó la Sala de Prensa del Vaticano este martes 6 de noviembre, tras haber aceptado la renuncia del anterior titular de la Diócesis, Mons. Jesús García Burillo.
Natural de la localidad extremeña de Zalamea de la Serena, Mons. Gil Tamayo ostenta el cargo de Secretario General de la Conferencia Episcopal Española desde el 20 de noviembre del año 2013.
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Nació el 5 de junio de 1957, se formó en el Seminario de Mérida-Badajoz y se licenció en la Facultad de Teología de la Universidad de Navarra. Fue ordenado sacerdote el 7 de septiembre de 1980, quedando incardinado en la Archidiócesis de Mérida-Badajoz.
Tras desempeñar su labor pastoral en diferentes parroquias rurales durante 9 años, obtuvo la Licenciatura en Ciencias del Información en la Universidad de Navarra.
En el año 1992 fue nombrado Director de la Delegación de Medios de Comunicación y de l Oficina de Información de su Diócesis. Además, es canónigo de la Catedral Metropolitana de Badajoz. También fue Delegado Episcopal para el Patrimonio Cultural y párroco 'In solidum' de la parroquia de San Juan Bautista de Badajoz y miembro de los Consejos del Presbiterio y de Pastoral.
Ejerció como profesor del título de postgrado de Experto en Comunicación de la Universidad Pontificia de Salamanca y de la Diplomatura en Comunicación Social para las diócesis cubanas del Consejo Pontificio de las Comunicaciones Sociales y la Conferencia de Obispos Católicos de Cuba. Asimismo, fue profesor visitante de la Universidad Católica de El Salvador.
Entre 1998 y 2011 ejerció el cargo de Director del Secretariado de la Comisión de Medios de Comunicación Social de la Conferencia Episcopal Española, donde en la actualidad es Secretario General.
Entre 2001 y 2011 fue experto del Comité Episcopal Europeo de Medios de Comunicación, colaborador de la Red Informática de la Iglesia en América Latina y asesor en temas de pastoral de las comunicaciones de Obispos de las Conferencias Episcopales de El Salvador y de Chile.
También fue miembro y director de la oficina de prensa del Comité Internacional preparatorio del Congreso Mundial de Televisiones Católicas, que tuvo lugar en Madrid en octubre de 2006.
En la XIII Asamblea Ordinaria del Sínodo de los Obispos, celebrado del 7 al 28 de octubre de 2012, fue portavoz en lengua española. En febrero y marzo de 2013 desempeñó la tarea de adjunto para lengua española del portavoz de la Santa Sede durante el período de renuncia del Papa Benedicto XVI, sede vacante, cónclave y elección del Papa Francisco.
También desempeñó funciones en la Curia Romana como consultor del Consejo Pontificio de las Comunicaciones Sociales entre 2006 y 2016.
Diócesis histórica
La Diócesis de Ávila es una de las más antiguas de España. Sus orígenes son inciertos y se desconoce la fecha exacta de su fundación. Las primeras noticias datan del siglo IV y hacen referencia al Obispo Prisciliano, consagrado como titular de la sede abulense en el 381.
Sin embargo, tras la condena de Prisciliano por sus enseñanzas heréticas y contrarias a la doctrina, se pierde toda referencia a la Diócesis. Hay que esperar hasta el periodo visigodo, en concreto al año 610, para volver a tener referencias históricas de su existencia.
En concreto, se sabe que a partir de ese año los Obispos de Ávila participaron en los diferentes Concilios celebrados en la ciudad de Toledo, Diócesis primada de España y capital de la monarquía Hispano-visigoda.
Al igual que otras Diócesis españolas anteriores a la conquista islámica, como la de Toledo, Córdoba o Sevilla, la Diócesis de Ávila entró en decadencia con la llegada en el año 711 de los conquistadores sarracenos procedentes de Oriente Medio y del norte de África.
Sólo tras la reconquista de la Taifa islámica de Toledo por parte del rey cristiano de León y Castilla, Alfonso VI, en el año 1085, el territorio de la Diócesis de Ávila dejó de ser un lugar de frontera y pudo iniciarse su reconstrucción y repoblación con cristianos de los reinos del norte de España.
En el año 1100 la Diócesis de Ávila queda totalmente reestablecida y a partir de 1121 pasa a ser sufragánea de la Archidiócesis de Santiago de Compostela. Es en ese período cuando se fijan los límites territoriales de la Diócesis, aunque experimentarán cambios a lo largo de la historia y se construye su catedral sobre los restos de un templo cristiano visigodo anterior.
La Diócesis experimenta su máximo esplendor en el siglo XVI. Es en esa época cuando la Diócesis se convierte en uno de los grandes focos de la espiritualidad católica gracias a la labor de Santa Teresa de Jesús y San Juan de la Cruz.
En el siglo XIX la Diócesis pasa a integrarse en la Archidiócesis de Valladolid después de un período convulso de desamortizaciones, destrucción de patrimonio eclesiástico, exclaustraciones forzadas y supresión de ordenes religiosas durante el período de ocupación de las tropas francesas de Napoleón y de los gobiernos liberales posteriores.
La Diócesis de Ávila, que en la actualidad sigue siendo sufragánea de la de Valladolid, atravesó, al igual que otras muchas Diócesis españolas, un segundo período de persecución y martirio durante la guerra civil española entre 1936 y 1939.
En esa época, milicias comunistas y anarquistas partidarias del bando republicano saquearon, incendiaron y destruyeron numerosas obras de arte, archivos y edificios religiosos. Durante esa época, murieron mártires por su fe 30 sacerdotes diocesanos.