El Arzobispo Siro-católico de Alepo (Siria), Mons. Denys Antoine Chahda, aseguró que luego de varios años de guerra civil, los cristianos de esta ciudad "queremos comenzar de nuevo una nueva vida de alegría".
Mons. Chahda visitó Chile del 25 al 30 de octubre invitado por Ayuda a la Iglesia que Sufre (ACN Chile), para entregar el testimonio de los "mártires vivientes" de Alepo e invitar a ayudar en la reconstrucción de una de las ciudades más afectadas por la guerra civil en Siria.
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"Actualmente la situación en Siria está mucho mejor que durante los cinco años de guerra que sufrimos", explicó el arzobispo respecto a los enfrentamientos ocurridos en la ciudad de 2012 a 2016 y que se conocen como la batalla de Alepo.
Este enfrentamiento se enmarcó dentro de la guerra entre el Gobierno y los grupos rebeldes que buscan derrocarlo desde marzo de 2011 y que han causado más de 400 mil muertos.
En el bando rebelde se encuentran grupos extremistas musulmanes como Jabhat Fateh al-Sham (ex Frente Al-Nusra), vinculado con Al Qaeda; y el Estado Islámico. El 6 de diciembre de 2017, el Gobierno de Rusia, que apoyó bélicamente a las fuerzas militares sirias, aseguró que el país había quedado libre del Estado Islámico.
"Gracias a Dios, después de que la ciudad de Alepo se liberó del terrorismo, los cristianos empezaron a vivir con más fe, con más esperanza, con más optimismo, esperando de que eso no vuelva más a suceder porque queremos comenzar de nuevo una nueva vida de alegría", expresó Mons. Chahda.
Aseguró que en la comunidad cristiana existe un ánimo de "dejar de un lado el sufrimiento" y que a pesar de las muertes, desaparecidos y damnificados, "la fe no la perdieron".
"Ahora estamos remodelando poco a poco las casas de la gente, sus negocios para que puedan volver a vivir, a ganar la vida para alimentar a sus hijos, y esperar hasta que cuando termine completamente la guerra en Alepo, falta un poquito, vuelva todo a la normalidad". agregó.
Mons. Chahda explicó que la Iglesia Católica trabaja junto a las comunidades ortodoxas y evangélicas para "mantener a nuestras familias fuera de la miseria".
"Yo como pastor de esa iglesia, como jefe espiritual, como arzobispo, no pienso nunca dejar a mis fieles sufriendo, por eso tengo que asegurarles lo más importante, lo más necesario para poder vivir: alimento, medicamentos, casas, etc.", dijo.
En cuanto a la ayuda que necesitan los cristianos perseguidos, Mons. Chahda destacó que lo primero es "ser un apoyo espiritual, rezar por ellos para que no vuelvan al sufrimiento, al dolor".
Asimismo, subrayó como una necesidad urgente la ayuda material, que puede concretarse a través de la fundación pontificia Ayuda a la Iglesia que Sufre (o ACN por sus siglas en inglés) presente en 21 países donantes, entre ellos Chile (ACN-Chile)
Para mayor información visite www.acn-chile.org.