Un sicario asesinó a un joven en la iglesia Santa Teresita del Niño Jesús en la localidad de Risaralda en Colombia, hecho que fue repudiado por el Obispo de Pereira, Mons. Rigoberto Corredor Bermúdez.
El domingo 28 de octubre se celebraba el bautizo de varios niños en el citado templo, cuando el asesino se levantó de la banca donde estaba sentado en la parte de atrás y disparó en varias ocasiones a Kedwin Fernando Piedrahíta Marín, de 26 años, cuyo menor hijo estaba en el grupo de quienes recibirían el sacramento.
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El asesino salió corriendo de la iglesia pero después de perseguirlo algunas calles fue capturado por dos policías.
En un decreto con fecha 29 de octubre, Mons. Rigoberto Corredor repudió el crimen y manifestó "su sentida condolencia a la familia de la víctima y a toda la comunidad parroquial de Santa Teresita".
Tras recordar que "los templos o iglesias son edificios sagrados destinados al culto divino" y que "con esta conducta criminal se violaron abiertamente las leyes humanos, las leyes de Dios y de la Iglesia", el Obispo excomulgó a los autores del crimen según establece el canon 1397 del Código de Derecho Canónico.
El Obispo también convocó "a todo los sacerdotes de la Diócesis de Pereira para que el jueves 1 de noviembre, Solemnidad de Todos los Santos, realicen en todas las parroquias de la Diócesis un acto de reparación orando por recuperar el sentido sagrado de la vida y el respeto por la Eucaristía y los recintos sagrados".
El Obispo recordó también que "el quinto mandamiento de la ley de Dios 'no matarás' prescribe claramente que Dios es el único dueño de la vida y que nadie puede tomar en sus manos la vida de otra persona, bajo ninguna circunstancia".