Tom Evans, padre de Alfie Evans el pequeño de 22 meses que falleció después de que el Alder Hey Children's Hospital lo desconectara del soporte que lo mantenía con vida, concedió una entrevista a ACI Prensa en donde explicó cómo luchó por defender la vida de su hijo.
"Kate y yo teníamos un vínculo tan fuerte con Alfie que decíamos que nada en el mundo podría romperlo. Pero el hospital Alder Hey hizo todo lo posible para quitarle la vida a Alfie", explica Tom Evans.
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Tom y Kate tenían 19 y 18 años respectivamente cuando Alfie nació. Según recuerda su padre, el pequeño comenzó a tener problemas a los siete meses de edad cuando dejó de desarrollarse según lo previsto.
"Lo llevamos al hospital y tuvo una infección en el pecho que le hizo necesitar respirador, pero en el hospital desde el primer momento quisieron retirárselo. Ahí supimos Kate y yo que tendríamos que luchar muy duro para defender la vida de Alfie", recordó.
"Kate y yo siempre hemos valorado mucho la vida. Somos muy provida y siempre lo seremos. Ayudaríamos a vivir y a salvar la vida de quien fuera, pero cuando se trata de tu propio hijo, sientes otro tipo de amor y de relación, un vínculo que nadie puede romper", explicó.
El 20 de febrero de 2018, el tribunal ordenó por indicación del Alder Hey Children's Hospital la retirada del soporte que lo mantenía con vida porque los médicos aseguraban que Alfie estaba en "estado semivegetativo" y que los esfuerzos por mantenerlo con vida eran "inútiles".
Los padres de Alfie recurrieron esta decisión del tribunal. Sin embargo, el juez King, uno de los tres magistrados que tomó la decisión sobre el caso del niño, declaró que "para ser justos con los padres que están en espera, debería dejar claro, desde el principio que su solicitud ha sido rechazada".
Sin embargo Tom y Kate Evans presentaron un recurso ante la Corte Suprema.
"Cuando tienes un hijo piensas que tienes derecho sobre él, pero desafortunadamente no es así. Defendimos sus derechos, pero el Gobierno y el hospital nos quitaron todos", explicó a ACI Prensa.
"Luchamos por su vida porque lo merecía. Él tenía una vida y debía vivirla hasta el final, como cualquier otra persona. Sabíamos que teníamos que hacer todo lo posible para salvar la vida de Alfie, así lo hicimos y lo volveríamos a hacer", asegura.
Tom recuerda emocionado su encuentro con el Papa Francisco, quien le ofreció "todo lo que fuera necesario para salvar la vida de Alfie".
"Había hablado con un periodista italiano al que le dije que tenía pensado ir al Vaticano y esperar lo que fuera necesario, días, semanas, meses, hasta que el Papa me recibiera para poder explicarle la situación de Alfie. Ocho horas después de hablar con este periodista yo estaba sentado en el despacho del Papa Francisco, que me dijo que nadie, ningún juez, gobierno u hospital tiene el derecho de quitar la vida, sólo Dios", afirma.
Tom también recuerda que el Papa le apoyó ofreciéndole los servicios del Hospital Pediátrico Bambino Gesù, dependiente del Vaticano. Sin embargo, "el Gobierno (británico) rechazó toda la ayuda que el Papa ofreció".
Seis meses después de la muerte del pequeño, Tom asegura que junto con su esposa Kate han vivido "la peor pesadilla posible", pero anima a cualquier padre que tenga un hijo en una situación similar a que "no se rindan, que cuiden la vida de su hijo sin importar los diagnósticos. Mantente fuerte, lucha por tu hijo, y reza siempre".
Tom Evans recibió el premio Hazteoír por la defensa de la vida de su hijo el pasado 20 de octubre en Madrid, España.