Mons. Juan Antonio Menéndez, Obispo de Astorga y recientemente nombrado presidente de la Comisión para la actualización de los protocolos de lucha contra los abusos a menores en España, explicó cómo se están actualizando estos procedimientos y subrayó que tan sólo un caso de abuso sexual es "ya un grito de dolor al Cielo".
En entrevista concedida a COPE, Mons. Menéndez dijo que su nombramiento viene motivado por la decisión del comité ejecutivo de la Conferencia Episcopal Española (CEE) de "renovar los protocolos que la Iglesia tiene sobre estas cuestiones".
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Los protocolos de actuación y prevención contra los abusos sexuales en la Iglesia en España habían sido aprobados en el año 2010 y, por eso, "un grupos de expertos en derecho" está actualizando lo que "la normativa civil y canónica ha ido emitiendo en los últimos años".
Uno de los casos de abusos sexuales más conocidos en España tuvo lugar en el Colegio Juan XXIII, dependiente de la Diócesis de Astorga. Recientemente se dio a conocer la resolución judicial y canónica que suspendía por diez años del ejercicio del ministerio sacerdotal en público al sacerdote José Manuel Ramos después de que se probara que abusó sexualmente de varios alumnos del Colegio Juan XXIII en los años 80.
El Prelado explicó que él conoció este caso cuando tomó posesión de la diócesis como obispo en el año 2015.
"Yo cuando llegué a la diócesis este caso estaba prácticamente terminado, hice el decreto final y lo envié a la Congregación para la Doctrina de la Fe, y ésta resolvió a los 4 meses".
"Comunique a la víctima y al sacerdote la resolución. La víctima quiso entrevistarse conmigo y me pidió 300 mil euros como resarcimiento, fuera del procedimiento judicial. Yo no podía hacerlo y me dijo que haría público su caso. Y así lo hizo y después se han conocido otros casos", precisó el Obispo.
Cuando tuvo conocimiento de los nuevos casos de abusos sexuales cometidos por el P. Ramos Gordon, Mons. Menéndez aseguró que pidió "una investigación exhaustiva de lo que había pasado en estos colegios".
"Posteriormente ha habido otros procesos, por tanto yo no encubrí a nadie. Todo lo contrario, hice una investigación exhaustiva de todo lo que había ocurrido", subrayó durante la entrevista en COPE.
Además aseguró que "hay que sensibilizar aún más sobre esta cuestión porque los menores deben ser protegidos" y "la Iglesia debe ser pionera protegiendo a los menores por mandato evangélico. Las palabras más fuertes de Jesús en el Evangelio son en ese sentido. Quien escandalizare a uno de estos pequeños en mi nombre, más le valdría colgarse una rueda al cuello y echarse al mar".
El Prelado también ha subrayado la colaboración de la Iglesia con la autoridad civil y la justicia y ha explicado que la Diócesis de Astorga cuenta con un protocolo con 16 recomendaciones, de manera que se evite cualquier tipo de delito en este sentido porque tiene que haber también una formación permanente en este sentido, para que se asegure la protección de la integridad física y sexual de los menores porque "un solo caso ya es un grito de dolor al Cielo".
