La Conferencia Episcopal Española (CEE) ha creado una comisión para actualizar los protocolos de actuación ante los casos de abusos sexuales cometidos por sacerdotes o religiosos y presentará los resultados en la reunión que el Papa Francisco ha convocado para el próximo febrero, en la que participarán todos los presidentes de las conferencias episcopales del mundo.
El pasado 12 de septiembre el Papa Francisco convocó a todos los presidentes de los episcopados a una reunión en el Vaticano para hablar sobre los casos de abusos sexuales cometidos por sacerdotes. El encuentro será del 21 y el 24 de febrero de 2019.
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Según ha informado el Episcopado en un comunicado, ante esta convocatoria del Pontífice, el Comité Ejecutivo de la CEE aprobó la creación de una Comisión para preparar los "materiales de trabajo que presentará el presidente de la CEE, el Cardenal Ricardo Blázquez, en este encuentro".
La Comisión está presidida por el Obispo de Astorga, Mons. Juan Antonio Menéndez, y actualizará los protocolos de actuación que la Iglesia local aplica hasta ahora para tratar los casos de abusos a menores "desde el punto de vista jurídico y canónico".
"Posteriormente, y ya de manera interdisciplinar, trabajará en la redacción de una nueva normativa de la CEE para la prevención y protección de abusos sexuales a menores", asegura el comunicado.
De esta manera, la nueva normativa sustituirá a los protocolos actuales y se adecuará "de manera más perfecta" al "Modelo de Directivas" redactado por la Comisión Pontificia para la Protección de Menores, que tiene como fin ayudar a las conferencias episcopales y las congregaciones religiosas a desarrollar y aplicar políticas y procedimientos para la protección de menores y adultos vulnerables contra el abuso sexual.
"La Iglesia Católica asume el compromiso de: cuidar y educar, con respeto y ejerciendo su ministerio; proteger a todos menores y adultos vulnerables; crear comunidades seguras y solidarias que ofrezcan un entorno de amor donde haya una vigilancia informada sobre los peligros del abuso", señala la CEE.
El Episcopado reitera su esfuerzo y asegura que lo hará "seleccionando y formando cuidadosamente a todos aquellos con alguna responsabilidad en la Iglesia; respondiendo a cada queja de abuso contra el personal de la Iglesia; procurando ofrecer un ministerio apropiado de cuidado pastoral a aquellos que han sufrido abuso".
Además ofrecerá "asistencia y apoyo pastoral, incluyendo supervisión y remisión a las autoridades apropiadas, a cualquier miembro de la comunidad eclesiástica, que se sabe que ha cometido un delito contra un menor, joven o adulto vulnerable".
La Conferencia Episcopal Española cuenta desde junio de 2010 con dos protocolos de actuación, uno conforme a la legislación del Estado y otro al ordenamiento canónico.
"Ambos son una ayuda a los obispos, sacerdotes, religiosos e instituciones eclesiásticas sobre la forma de proceder en caso de agresiones o abusos sexuales a menores, o posesión de pornografía infantil, entre otros supuestos", precisa en el comunicado.
Además, destaca que "según derecho, son los ordinarios los que llevan a cabo, bajo la dirección y coordinación de la Congregación para la Doctrina de la Fe, los preceptivos procesos para el tratamiento de los delitos en sus respectivas jurisdicciones eclesiásticas".