El Papa Francisco llamó a los creyentes a comprometerse con la paz, porque "las religiones, si no persiguen caminos de paz, reniegan de sí mismas".
En un mensaje con motivo del Encuentro de Oración por la Paz celebrado en la ciudad italiana de Bolonia, el Santo Padre subrayó que las diferencias entre religiones ""no pueden enfrentar a unos hombres contra otros".
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Francisco señaló que el título elegido para este encuentro, "Puentes de paz", "es una invitación a crear conexiones que lleven a encuentros reales, a vínculos que unan, a recorridos que ayuden a superar conflictos y asperezas".
"En el mundo globalizado, donde, por desgracia, cada vez parece más fácil establecer distancias y encerrarse en los intereses personales, estamos llamados a esforzarnos juntos para unir a las personas y a los pueblos".
Destacó que "es urgente elaborar juntos memorias de comunión que curen las heridas de la historia, es urgente tejer tramas de convivencia pacífica para el futuro".
En este sentido, insistió en que "no podemos resignarnos ante el demonio de la guerra, ante la locura del terrorismo, ante la fuerza engañosa de las armas que devoran la vida. No podemos dejar que la indiferencia se adueñe de los hombres, convirtiéndolos en cómplices del mal, de ese mal terrible que es la guerra, cuya crueldad la pagan, principalmente, los más pobres y los más débiles".
"Precisamente, me gustaría invitarles a involucrar a los jóvenes, de una forma audaz, para que crezcan en la escuela de la paz y se conviertan en constructores de la paz".
"En estos días –señaló en referencia al Sínodo sobre los jóvenes– la Iglesia Católica se interroga de un modo particular sobre las generaciones más jóvenes. El mundo que habitamos se presenta con frecuencia como un lugar hostil a su futuro, y violento con el débil: muchos todavía no han visto la paz, y muchos no saben qué es una vida digna".
Asimismo, afirmó que, "como creyentes, no podemos dejar de sentir la urgencia de acoger el fuerte grito de paz que surge de sus corazones y construir juntos el futuro que les pertenece".
Por ello, "es necesario construir puentes entre las generaciones, puentes sobre los cuales caminar mano con mano y escucharlos".
"La pasión por la paz nos hace a todos más jóvenes donde realmente importa: en el corazón. Hoy en día, abrazados unos a otros, hombres y mujeres de diferentes credos y generaciones, muestras que, con la ayuda de Dios, construir juntos la paz es posible. Es el camino que hay que recorrer", finalizó.