Entre los siete beatos que canonizará el Papa Francisco mañana 14 de octubre, está el P. Vincenzo Romano, sacerdote italiano conocido por su trabajo a favor de los huérfanos y de los marineros.
Vincenzo nació el 3 de junio de 1751 en un hogar pobre de Torre del Greco, en Nápoles (Italia). Fue bautizado al día siguiente con el nombre de Domenico Vincenzo Michele Romano.
Recibe las principales noticias de ACI Prensa por WhatsApp y Telegram
Cada vez es más difícil ver noticias católicas en las redes sociales. Suscríbete a nuestros canales gratuitos hoy:
Estudió los escritos de San Alfonso María de Ligorio y desde niño desarrolló una fuerte devoción al Santísimo Sacramento. En la adolescencia fue descubriendo su llamado a la vida religiosa.
Fue ordenado sacerdote en 1775 y por más de 30 años fue párroco de la parroquia de la
Santa Croce. Dedicó su vida a cuidar especialmente a los enfermos, huérfanos, pobres y pescadores.
Tras la destructiva erupción del monte Vesubio en 1794, el P. Romano se sumó a los trabajos de reconstrucción bajo la máxima "hacer bien el bien". Inventó la llamada "rastreadora", una estrategia misionera destinada a reunir, con el crucifijo en la mano, a grupos de personas para predicarles e invitarlos a la iglesia u oratorio.
También elaboró el folleto "La Misa Práctica", para enseñar a los fieles a rezar en comunión con toda la asamblea y el sacerdote celebrante durante la Eucaristía.
Murió el 20 de diciembre de 1831 a los 80 años. Fue beatificado por Pablo VI en 1963.
El milagro que permite la canonización del P. Romano es la curación de Raimondo Formisano, un comerciante de mariscos y padre de 14 hijos que en febrero de 1989 fue diagnosticado de un tumor en el abdomen.
Los restos mortales del P. Vincenzo Romano son venerados en la Basílica de la Santa
Cruz de Torre del Greco. Su lugar de nacimiento es un destino de peregrinación.