El Arzobispo de Sydney (Australia), Mons. Anthony Fisher, pidió perdón a los jóvenes por todas las formas en que los líderes de la Iglesia fracasaron, causándoles daño o defraudándolos.
"Por el hecho de que demasiados obispos y otros no respondieran adecuadamente cuando el abuso era identificado y hacer todo lo posible para mantenerte a salvo; y por el daño hecho a la credibilidad de la Iglesia y a su confianza: me disculpo", dijo Mons. Fisher este 5 de octubre durante un discurso pronunciado en el Sínodo de los Obispos.
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Mons. Fisher dijo estas palabras en presencia del Papa Francisco y de más de 200 obispos.
Además estuvieron presentes los delegados jóvenes que dieron auditoría en el Sínodo de los Obispos de 2018.
La disculpa del Arzobispo se extendió más allá de la mala gestión de la Iglesia en los casos de abusos sexuales, pues también se disculpó en nombre de los sacerdotes por "la mala predicación, la catequesis o la dirección espiritual que no logra la conversión".
Mons. Fischer ofreció una disculpa a los jóvenes católicos "porque te subestimamos no alentándote a vivir heroicamente tu llamado bautismal a la santidad y el camino pascual a la vida a través de la auto renuncia".
"Para los momentos en que buscabas tu identidad sexual, étnica o espiritual, y necesitabas una brújula moral, pero encontrabas personas de la Iglesia poco comprensivas o ambiguas: me disculpo", expresó..
El Arzobispo dijo a CNA –agencia en inglés del Grupo ACI– que se necesita una mayor transparencia en la Iglesia, particularmente con el manejo de los casos de abuso sexual.
"Tenemos que ser absolutamente honestos sobre esto. Tenemos que reconocer los tiempos en los que hemos fallado, eso significa que tenemos que investigarlo adecuadamente, obtener personas de fuera con cierta objetividad para ayudarnos a investigar, llegar a la verdad del asunto y asumir la responsabilidad de esto", dijo.
La Iglesia Católica en Australia recientemente aceptó la mayoría de las recomendaciones ofrecidas por la Comisión Real de Australia sobre Respuestas Institucionales al Abuso Sexual Infantil, que examina los casos de abusos sexuales en escuelas, iglesias y clubes deportivos australianos.
Los obispos de Australia también trabajaron con el Gobierno para establecer un programa para compensar financieramente a las víctimas.
Una de las lecciones que Mons. Fisher recomienda a los obispos que enfrentan investigaciones similares sobre encubrimiento de abusos sexuales es "avergonzarse, humillarse y purificarse en el proceso".
"A través de la humillación viene la humildad, a través de la vergüenza viene el arrepentimiento y una mayor santidad", explicó.
Traducido y adaptado por Diego López Marina. Publicado originalmente en CNA.
