El 2 de octubre de 1927, hace 92 años, la imagen de Nuestra Señora del Rosario fue coronada en la Catedral de Lima, capital del Perú.
Según señalan distintos historiadores, quien realizó la coronación fue el entonces Arzobispo de Lima, Mons. Emilio Lissón y Chávez, en presencia del presidente del Perú, Augusto B. Leguía, y los demás obispos del país.
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El historiador y sacerdote jesuita Rubén Vargas Ugarte, en su libro "Historia del Culto de María en Iberoamérica", explica que la devoción a Nuestra Señora del Rosario de Lima es la más antigua del Perú.
Luego de la fundación de Lima, el rey Carlos V de España envió la imagen al Virreinato del Perú y para el año de 1540 ya se le rendía culto en su iglesia. Su fiesta se celebraba durante todo un mes, para lo cual los fieles llegaban desde distintos lugares del virreinato.
Ante la Virgen del Rosario, advocación muy querida para la orden de los dominicos, rezó la primera santa de América y patrona del Perú, Santa Rosa de Lima; que además recibió el desposorio místico de Cristo en presencia de la imagen mariana donde ahora está la Basílica Menor y Convento Máximo de Nuestra Señora del Rosario, conocida popularmente como iglesia de Santo Domingo.
También rezaron ante esta imagen el humilde San Martín de Porres y San Juan Macías.
El P. Vargas Ugarte afirma que distintos obispos, virreyes y nobles recibieron "innumerables y celestiales favores de esta extraordinaria Taumaturga del Rosario y dado lo notable de su culto se le eligió para ser Patrona de los Reales Ejércitos y Protectora de los Reinos del Perú". Esa designación ocurrió el 1 de febrero de 1647.
Los fieles también recurrieron a ella en momentos difíciles, como cuando Lima sufrió graves terremotos en el siglo XVII.
"En la República fue reconocida por los libertadores D. José de San Martín y D. Simón Bolívar, quienes se postraron ante sus plantas en pro de la libertad de los pueblos americanos, y como muestra de su filial afecto se inscribieron en su Ilustre Archicofradía".
La gran mayoría de los presidentes "del siglo XIX y los primeros del XX rindieron su homenaje a la Madre de Dios del Rosario, así el presidente Leguía se erguía como uno de sus devotos".
La fiesta de Nuestra Señora del Rosario se celebra actualmente el día 7 de octubre.