El martes 25 de septiembre falleció Mons. Wenceslao Selga Padilla, Prefecto Apostólico de Ulaanbaatar (Mongolia), el único obispo que tenía este país asiático.

Según informa Asia News, el Prelado falleció a causa de un paro cardiaco. Tenía 68 años de edad.

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Mons. Wenceslado Selga Padilla. Foto: Asia News

San Juan Pablo II nombró a Mons. Padilla como el primer obispo en Mongolia, un país que cuenta con solo 1.300 católicos.

Fue ordenado sacerdote el 17 de marzo de 1976 en Filipinas. En 1992 llegó a Mongolia junto a otros dos presbíteros para iniciar una misión "allí donde la Iglesia no tenía ninguna estructura física o miembros que pudiera considerar propios".

La llegada de los sacerdotes fue posible porque el país acababa de abolir el sistema político socialista de corte soviético y estableció relaciones diplomáticas con la Santa Sede.

Hace unos años Mons. Padilla dijo a Asia News que "la idea de hacer nacer una Iglesia de la nada parecía un esfuerzo muy grande, lleno de desafíos, pero también de emoción".

El 2 de agosto de 2003 fue designado como el primer Obispo en Mongolia. Recibió la consagración episcopal el 29 de ese mismo mes de manos del Cardenal Crescenzio Sepe, Arzobispo de Nápoles (Italia).

Con su trabajo, el Obispo logró que las parroquias llegaran a siete y que se abrieran tres centros misioneros. Para atenderlos hay 77 misioneros de 22 naciones pertenecientes a 10 congregaciones. De estos 26 son sacerdotes y 45 son religiosas.

El 28 de agosto de 2016 el fallecido obispo ordenó en Ulaabaatar al primer sacerdote de origen mongol: Joseph Enkhee-Baatar.

El diario del Vaticano, L'Osservatore Romano, recuerda que el primer obispo en Mongolia nació en Tubao, en la Diócesis de San Fernando de La Unión (Filipinas) el 29 de septiembre de 1949. Pertenecía a la Congregación del Corazón Inmaculado de María.