El Secretario de Estado del Vaticano, Cardenal Pietro Parolin, dijo que espera que el acuerdo para el nombramiento de obispos entre China y la Santa Sede se dé "en un tiempo no muy largo".
"Esperamos llegar en un tiempo no muy largo. Estamos trabajando", dijo el Purpurado a los periodistas en relación al tema, en el marco de la presentación de un libro en el Vaticano. "Sobre este tema hay mucha discreción de nuestra parte", agregó.
Recibe las principales noticias de ACI Prensa por WhatsApp y Telegram
Cada vez es más difícil ver noticias católicas en las redes sociales. Suscríbete a nuestros canales gratuitos hoy:
Las preguntas de los periodistas se dan luego que The Global Times, diario del Partido Comunista Chino, informara de un posible viaje de una delegación del Vaticano a China a fines de este mes.
Aunque algunos aplaudieron el posible cambio de rumbo en las relaciones del Vaticano y China, el Obispo Emérito de Hong Kong, Cardenal Joseph Zen ze-kiun, se ha mostrado muy crítico sobre la posibilidad de un acuerdo que podría incluir el reconocimiento, por parte de la Santa Sede, de siete obispos ilegítimos que el régimen sí ve con buenos ojos.
Según informa este 20 de septiembre Vatican Insider, el Cardenal Parolin también desmintió un posible viaje del Papa Francisco a China.
"¿Un viaje del Papa a China? No hay absolutamente nada en este momento. En lo que respecta a los países bálticos me parece que está todo listo. Será muy intenso y también muy interesante", dijo el Cardenal en referencia al viaje que hará el Santo Padre a Lituania, Letonia y Estonia del 22 al 25 de septiembre.
Las relaciones diplomáticas entre China y el Vaticano se rompieron en 1951, dos años después de la llegada al poder de los comunistas que expulsaron a los clérigos extranjeros.
Desde entonces, China únicamente permite el culto católico por medio de la Asociación Patriótica Comunista China, leal al Gobierno chino, que rechaza la autoridad de la Santa Sede en el nombramiento de obispos y en el gobierno de la Iglesia.
Los obispos legítimos que permanecen fieles al Papa viven una situación cercana a la clandestinidad, permanentemente asediados por las autoridades comunistas.
Actualmente, todo obispo reconocido por el Gobierno chino debe ser miembro de la asociación patriótica, y muchos obispos nombrados por el Vaticano que no son reconocidos o aprobados por el Gobierno chino han enfrentado persecución.