El Arzobispo de Filadelfia (Estados Unidos), Mons. Charles Chaput, afirmó que cuando el hombre se olvida de la fe, también olvida su humanidad.
Así lo indicó el Prelado el 14 de septiembre en su discurso en el Faith and Reason Institute en la Gonzaga University en Spokane, Washington, con ocasión de los 20 años de la publicación de la encíclica Fides et Ratio (Fe y Razón) de San Juan Pablo II.
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El Arzobispo recomendó leer este documento junto a la encíclica Veritatis splendor (El esplendor de la verdad), también de San Juan Pablo II, pues los dos textos enseñan que el camino para descubrir la verdad está en la fe y en la razón porque ambas se sostienen mutuamente.
"Hoy, en buena parte del mundo desarrollado, la teología es un estanque. La metafísica es una pieza de museo. La política, y no la religión, modela nuestro discurso público y monopoliza nuestro celo. Además, la revolución sexual ha mutilado las instituciones del matrimonio y la familia", lamentó.
El Catecismo, advirtió el Arzobispo, también ha sido reemplazado "por la publicidad y el entretenimiento estadounidense".
Mons. Chaput dijo que aunque Estados Unidos es el pueblo más creyente en el mundo desarrollado, también "se desangra" cuando se habla de fe, especialmente entre los jóvenes, algo que se agrava con la actual crisis por los escándalos de abusos sexuales en la Iglesia.
"Nuestro país y el mundo necesitan una voz pura que hable del Evangelio de Jesucristo como respuesta. Y esto es lo que hace que la actual crisis por los abusos sexuales en la Iglesia sean tan dañina, como un fósforo encendido en un cuarto lleno de leña", dijo.
El Prelado también denunció que "los líderes encargados de testimoniar la verdad cristiana al mundo, como obispos y superiores religiosos, son exactamente los hombres que con frecuencia le han fallado a su gente, han fallado en su ministerio e incluso han traicionado activamente su vocación. Nosotros los obispos y el mismo Vaticano somos vistos ahora como un problema. Necesitamos enfrentar este hecho honestamente y trabajar para cambiarlo con nuestras acciones".
Para el Arzobispo, la pérdida de la fe tiene un impacto claro en tres áreas de la vida humana que pueden formar o deformar la sociedad: el sexo, la tecnología y los valores esenciales.
En cuanto a la primera, Mons. Chaput dijo que "el sexo hoy, en la cultura popular, tiene que ver principalmente con el impulso y el deseo, limitado solamente –aunque a veces no del todo– al consentimiento mutuo. El dominio de uno mismo tiene muy poco que ver y la modestia es vista como una forma de represión autoinfligida".
Sobre la tecnología, continuó, ahora es el vehículo que mueve la revolución sexual que se ha olvidado de Dios. En lo que respecta a los valores esenciales, se puede ver que en la actualidad Estados Unidos intenta sustentar su moral solo en los principios del Iluminismo, que buscan defender la dignidad humana sin considerar sus raíces sobrenaturales.
"No funciona porque no puede funcionar así. Hacer eso es como sacarle el corazón a una criatura viviente", explicó.
Para poner un ejemplo de esta debacle, el Arzobispo de Filadelfia recordó que el "holocausto judío fue una tragedia sin parangón" porque Dios fue expulsado de la vida del hombre.
El Prelado señaló que en la década de 1930 el régimen alemán ordenó la muerte por eutanasia de unas 300 mil personas con discapacidad mental, promovida como un acto de "misericordia".
Advirtió que eso fue posible porque muchos de los médicos que servían en los lugares donde estaban estas personas, habían comenzado a abandonar los principios de la fe para asumir criterios de "utilidad" de la gente.
"Los médicos, y no el Tercer Reich, presionaron al principio para que la eutanasia fuera una política nacional. Lo que ocurrió entre los expertos, en palabras de un psiquiatra alemán, fue 'un cambio en el concepto de humanidad' con sus consecuencias perfectamente lógicas: las palabras sentimentales sobre la dignidad humana, desvinculadas a alguna autoridad o propósito más alto que nosotros mismos, se convirtieron en solo eso, palabras".
El Arzobispo señaló que solo a través de la fe en Dios, que es amor, el hombre puede superar los fines brutales hacia los cuales la sociedad llega cuando está basada solo en la razón.
"El genio de la Fides et Ratio, la belleza y la gloria del texto, es su defensa de la capacidad de la razón humana de conocer la verdad, una verdad enraizada en la profunda armonía de la creación", destacó.
"A pesar de todas las crisis en la Iglesia, a pesar de todas las fallas y pecados de sus líderes, a pesar de todas nuestras distracciones y debilidades e indiferencias como pueblo, Dios guía al mundo", prosiguió el Arzobispo de Filadelfia.
"Él lo informa y lo sostiene con su Amor. Nuestra alegría está en buscar ese amor, encontrarlo y vivirlo con toda nuestra mente y corazón. Allí está también nuestra esperanza", concluyó.
Traducido y adaptado por Walter Sánchez Silva. Publicado originalmente en CNA