Los miembros del movimiento de Schoenstatt conmemoran hoy el 50º aniversario de muerte del P. José Kentenich, fundador de esta familia espiritual marcada por un profundo amor a la Virgen María.
En el marco del "Año del Padre Kentenich", convocado por la Presidencia Internacional de Schoenstatt, se realizaron distintas actividades en torno a la figura del fundador y la misión y desafíos del carisma en la realidad actual de la Iglesia.
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En Argentina, por ejemplo, el movimiento difundió un video en el que distintas personas relatan cómo fue el momento en que supieron de la muerte del P. Kentenich, mientras que en Chile se desarrolló el Concurso de Artes y de Cuentos "El Santuario y la Mater".
El Siervo de Dios Joseph Kentenich nació el 18 de noviembre de 1885 en Gymnich (Alemania) y murió el 15 de septiembre de 1968 en el Santuario del valle de Schoenstatt.
Por dificultades económicas, a los ocho años el pequeño Joseph ingresó al Orfanato de San Vicente en Oberhausen. El día en que entró a la institución, su madre, antes de despedirse, fue con el niño a la capilla y lo consagró a la Virgen María.
Recibió la Primera Comunión en 1897, momento en el que confirmó su deseo de ser sacerdote. Ingresó al Seminario Menor de los Padres Palotinos en Ehrenbreitstein el 23 de septiembre de 1899 y fue ordenado el 8 de julio de 1910 en Limburgo.
Se desempeñó en un comienzo como docente en el seminario de su comunidad y desde 1912 como director espiritual de los seminaristas del Seminario Menor ubicado en Schoenstatt, (que significa "lugar hermoso"), en el pueblo de Vallendar.
El 18 de octubre de 1914, en una pequeña capilla del seminario, el P. Kentenich con algunos de sus alumnos sellaron una consagración llamada "Alianza de Amor", en la que pidieron a la Virgen María que se haga particularmente presente en ese lugar y los forme a imagen de Cristo.
Con la confianza en que esa capilla se convertirá en un lugar de peregrinación y de gracias para muchas personas, la naciente congregación mariana ofrece a la Virgen vivir con radicalidad bajo la consigna "Nada sin ti – nada sin nosotros".
La irrupción de la Primera Guerra Mundial, (1914-1918) obliga a muchos seminaristas palotinos a enlistarse en el ejército y los congregantes marianos del P. Kentenich se comprometen a buscar la santidad en medio de la guerra. Esto provocó que el ideal de Schoenstatt se difundiera más allá del seminario.
En 1919 y 1920 se funda la Federación Apostólica de Schoenstatt y la Liga Apostólica de Schoenstatt, respectivamente, con el fin de expandir el carisma. Fue en este período que comienzan a llegar mujeres, lo que llevó a fundar la Federación de Mujeres de Schoenstatt.
En 1926 el P. Kentenich fundó el instituto secular de vida consagrada "Hermanas de María de Schoenstatt", el primero de los seis Institutos Seculares que forman parte de la Obra. En 1933 salen las primeras hermanas al extranjero a misiones en Sudáfrica, Sudamérica, Norteamérica y Australia.
Entre 1941 y 1945, el P. Kentenich fue prisionero del régimen nazi, primero en la cárcel de Coblenza y luego en el campo de concentración de Dachau. En este escenario, el sacerdote trabajó por anunciar el amor misericordioso de Dios.
Junto con otros prisioneros del campo, fundó el Instituto de los Hermanos de María y el Instituto de las Familias de Schoenstatt. En 1944, junto con sacerdotes de distintas nacionalidades, fundó la llamada Internacional de Schoenstatt, figura que precede el actual Movimiento Apostólico de Schoenstatt.
La influencia espiritual del P. Kentenich tras su paso por el campo de concentración fue creciendo cada vez más, lo que provocó incomprensiones al interior de la Iglesia. Entre 1951 a 1965, el sacerdote fue separado de su obra mientras las autoridades eclesiales examinaban su persona y su fundación. Finalmente, se confirmó el amor y la fidelidad de él y su obra hacia la Iglesia Católica.
Luego de estos acontecimientos, el P. Kentenich dejó la Sociedad de los Padres Palotinos y se incardinó como sacerdote diocesano de la Arquidiócesis de Münster. En julio de 1965 fundó el Instituto Secular de los Padres de Schoenstatt.
En la Nochebuena de 1965 el P. Kentenich regresó a Schoenstatt con 80 años. Falleció el 15 de septiembre de 1968, tras celebrar por primera vez la Misa en la iglesia de la Santísima Trinidad, recientemente edificada sobre el monte Schoenstatt.
Sus restos se hallan en el lugar donde murió, la sacristía de la Iglesia convertida ahora en memorial. El epitafio de su tumba, elegido por él, es "Dilexit Ecclesiam", que del latín se traduce como "Amó a la Iglesia".
Su proceso de canonización se inició en la Diócesis de Tréveris (Alemania), el 10 de febrero de 1975. Actualmente es Siervo de Dios.