A través de un comunicado, los Obispos de Guatemala enviaron un saludo fraterno por el mes de Fiestas Patrias, en el que recordaron que el amor entre compatriotas se expresa con esfuerzos constantes para dejar atrás cualquier motivo de conflicto y polarización.
El próximo 15 de septiembre se conmemora la Independencia de Centroamérica. En esa fecha, en 1821, los actuales países de Guatemala, Honduras, El Salvador, Nicaragua y Costa Rica se separaron del gobierno español.
Recibe las principales noticias de ACI Prensa por WhatsApp y Telegram
Cada vez es más difícil ver noticias católicas en las redes sociales. Suscríbete a nuestros canales gratuitos hoy:
"Recordemos en este mes patrio que el amor no solo se expresa en declaraciones o sentimiento sino en el esfuerzo constante para que Guatemala, como país y como sociedad, vaya dejando atrás tantos motivos que la mantienen polarizada, tantos conflictos en que la intolerancia parece encerrarse en que la idea de diálogo es rendición y no camino de solución", señalaron los obispos en su declaración del 12 de septiembre.
"Tantas veces hemos vivido a lo largo de nuestra historia independiente, casi bicentenaria, la dimensión de que algunos han querido imponer su voluntad hasta hacer que la violencia parezca inevitable. Aprendamos de la historia para no quedar condenados a repetirla", añadieron.
Los prelados lamentaron que hoy "se viven momentos de tensión y confrontación en el país a partir de dos decisiones tomadas por el Ejecutivo: la no renovación de la permanencia de la Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala y el impedimento de reingreso al país al comisionado Iván Velásquez".
Ante la polarización y variadas opiniones, aseguraron que es el derecho y su práctica "la que guarda el sentido de la convivencia y posibilita las rutas para las superación de la corrupción e impunidad a los que Guatemala ha sido arrastrada".
También recalcaron que "nadie es superior a la ley".
En ese contexto, los obispos hicieron un llamado al "diálogo serio" a fin de superar confrontaciones o posibles hechos de violencia, y pidieron a Dios que "libre de todo mal" a Guatemala.
Al inicio de su misiva, la Conferencia Episcopal pidió que se recuerde siempre "la enseñanza de nuestros padres y el valor de los antepasados", así como la "responsabilidad de cada uno de nosotros en lo que hemos heredado y en cómo vivir, delante de Dios, nuestras responsabilidades ciudadanas a fin que la justicia y la paz sean el fundamento de una convivencia en la que dejemos atrás los muchos años de contiendas fratricidas".
Finalmente, los obispos pidieron a todos los que profesan la fe cristiana, que nunca olviden que "Dios espera de quienes en Él creemos, el amor y la lealtad".
"Que Nuestra Señora de los Dolores, cuya fiesta celebra la Iglesia el 15 de septiembre, nos conduzca a amar a Guatemala, a servirla en la verdad y en la justicia y a no buscar ni en el conflicto ni en decisiones arbitrarias la fórmula para resolver problemas que solo en el cumplimiento de la ley fundamentada en el derecho y la justicia, encontrarán solución", concluyeron.