Las autoridades argentinas ordenaron el allanamiento de la sede de La Plata del Instituto Próvolo, por los casos de abusos sexuales cometidos por sacerdotes contra niños sordomudos que eran atendidos por la institución.

El Instituto Antonio Próvolo se dedicaba a la atención de niños con problemas de audición y lenguaje. Sus sedes en Argentina están en Luján de Cuyo, provincia de Mendoza; y en La Plata, provincia de Buenos Aires.

Recibe las principales noticias de ACI Prensa por WhatsApp y Telegram

Cada vez es más difícil ver noticias católicas en las redes sociales. Suscríbete a nuestros canales gratuitos hoy:

El allanamiento en la sede de La Plata se realizó el jueves 6 de septiembre. La fiscal a cargo del caso, Cecilia Corfield, dijo al diario El Sol el día 10 que está "en contacto permanente con el fiscal de Mendoza y le he pedido colaboración en la investigación por la presunta comisión de delitos contra la integridad sexual".

En el caso de La Plata el allanamiento tenía como objetivo encontrar documentos que dieran pistas sobre los abusos sexuales perpetrados contra más de veinte menores sordomudos. La justicia considera que algunos de los responsables de estos crímenes podrían ser los mismos que abusaron de los niños atendidos por el Instituto Próvolo en Mendoza.

Corfield, de la Unidad Investigativa 15 especializada en Trata de Personas y Pedofilia, no dio mayores detalles sobre el allanamiento porque están analizando los documentos y videos incautados, que podrían dar luces sobre los abusos perpetrados entre 1982 y 2001.

Los principales acusados por los abusos sexuales en Mendoza son los sacerdotes Nicola Corradi, de 82 años de edad; y Horacio Corbacho, de 56, quienes también pasaron algún tiempo en la sede de La Plata.

La justicia declaró como imputados por los delitos de "abuso sexual agravado por la guarda y la convivencia preexistente con menores, en concurso real con corrupción de menores" a los sacerdotes Corradi y Corbacho; y a otros tres trabajadores de la sede de Mendoza.

Uno de los testigos que permitió conocer mejor el accionar de Nicola Corradi fue Daniel Sgardelis, un sordomudo que denunció haber sido abusado por el sacerdote que también fue acusado de actos similares en el Instituto Próvolo en Verona, Italia.

Fue precisamente desde esta ciudad que el 20 de octubre de 2014, la Asociación de Sordos Antonio Próvolo, escribió una carta a la Diócesis de Verona, a la Congregación para la Doctrina de la Fe y al Papa Francisco, denunciando los abusos cometidos por los sacerdotes y exigiendo que se respete la política de "tolerancia cero".

La misiva está firmada por Laiti Dario, de la mencionada asociación, y en ella exige una respuesta a los abusos denunciados perpetrados presuntamente por 14 personas que servían en Verona y Argentina.

Según la asociación, la denuncia contra los abusos no fue atendida a tiempo por la Santa Sede.

En julio de 2017 la Congregación para los Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica nombró a Mons. Alberto G. Bochatey, Obispo Auxiliar de La Plata, como Comisario Apostólico para las comunidades de la Compañía de María para la Educación de Sordomudos, de la que depende el Instituto Próvolo.

Asimismo, en abril de este año dos sacerdotes de Córdoba, Dante Simón y Juan Martínez, fueron enviados por el Vaticano a Mendoza para investigar los hechos ocurridos en el Instituto Próvolo en Argentina.