Mons. José Domingo Ulloa, Arzobispo de Panamá, presidió el domingo 9 de septiembre una masiva Misa por la fiesta de la Patrona del país, Santa María la Antigua, y afirmó que la nación tiene "el ADN mariano".
En la Eucaristía que presidió en la Arena Roberto Durán, el Prelado dijo que "como un verdadero regalo y don de Dios, con fe, amor y devoción, un año más celebramos juntos esta fiesta mariana en honor a Santa María La Antigua. La más significativa del año, para toda la Iglesia panameña, que la tiene como titular".
Recibe las principales noticias de ACI Prensa por WhatsApp y Telegram
Cada vez es más difícil ver noticias católicas en las redes sociales. Suscríbete a nuestros canales gratuitos hoy:
El Arzobispo recordó luego que "la primera advocación que llegó a América, Santa María la Antigua, fue penetrando en la cultura panameña en su esencia misma, de allí ese amor a la Madre de Jesús, que se ha convertido en parte fundamental de nuestra identidad religiosa y católica".
"Podemos decirlo sin equivocarnos, la identidad panameña tiene en su ser el ADN Mariano, aunque algunos quieran negarlo. Un ADN que se revitaliza, al ser elegido nuestro país como sede de la Jornada Mundial de la Juventud, que tiene como tema central a María", destacó.
Tras resaltar que "María es siempre el vehículo para ir a Jesús, a través de Ella nos encontramos con su Hijo, y cuando nos alejemos, Ella nos busca", el Arzobispo exhortó también a "recuperar nuestra memoria histórica, nuestras raíces de pueblo creyente, con valores, con gente dispuesta a comprometerse con ideales sublimes, como el respeto a la dignidad humana, el buscar siempre el bien común, el convivir en armonía con la naturaleza, el ser solidario, fraterno, justo y honesto".
El Prelado también exhortó a sus compatriotas a esforzarse "juntos para construir el Panamá que todos queremos. Tenemos que disponer el corazón para perdonar y reconciliarnos".
De otro lado pidió a los padres de familia "prestar especial atención a sus niños y jóvenes. Las palabras que los padres dirigen a sus hijos dejan huellas, no pocas veces hasta la edad adulta. Cada uno de nosotros recordamos y difícilmente olvidamos lo bueno o lo malo que nuestros padres nos dijeron".
"¡Corrijan a sus hijos! pero siempre con amor, jamás con una palabra ofensiva, con una humillación o con una ridiculización. Ténganles paciencia", exhortó.
Luego de recordar que "estamos a pocos meses de la Jornada Mundial de la Juventud" que se celebrará en enero de 2019 en Panamá, el Arzobispo destacó que "la juventud es nuestra esperanza para cambiar todo aquello que debe ser transformado para ser una mejor sociedad y una mejor Iglesia".
"No seamos mezquinos, apoyemos a nuestra juventud para que pueda participar en la JMJ y comparta con jóvenes de distintas partes del mundo. Esto es una experiencia inolvidable que todo joven merece vivir", subrayó.
Tras reiterar su solidaridad con el Papa Francisco, el Arzobispo alentó finalmente a colocar "a los pies de nuestra patrona, Santa María la Antigua, nuestro país, a nuestra niñez y juventud; para que podamos trabajar por un Panamá mejor, sin exclusión de nadie".
Puede leer la homilía completa AQUÍ