Al finalizar el rezo del Ángelus en la Plaza de San Pedro este domingo, el Papa Francisco se tomó unos minutos para recordar a la recientemente beatificada Madre Alfons María, fundadora de la Congregación de las Hermanas del Divino Redentor, en Francia.
"Damos gracias a Dios por esta mujer valiente y sabia, que, sufriendo, callando y orando, dio testimonio del amor de Dios, sobre todo a cuantos estaban enfermos del cuerpo y del espíritu. ¡Todos juntos demos un aplauso a la nueva Beata!", dijo el Santo Padre este 9 de septiembre.
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En Estrasburgo (Francia), se llevó a cabo la Misa de beatificación de la Madre Alfons que fue presidida por el Prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos, Cardenal Giovanni Angelo Becciu.
"Cuando todavía estaba viva, la Beata Alfons despertó la admiración de quienes la conocieron, quienes reconocieron en ella las características de una vida santa y el heroísmo de las virtudes cristianas", reconoció el Cardenal.
La Madre Alfons nació el 9 de septiembre de 1814 en Alsacia, Francia. Durante su infancia y adolescencia sufrió varias dolencias, pero siempre se caracterizó por su ardiente fe en Dios.
En la década de 1840 empezó a vivir experiencias espirituales profundas y en 1846 decide consagrarse a Dios y a ayudar a los hombres en sus necesidades del cuerpo y del alma.
Fundó la familia religiosa de las Hermanas del Divino Redentor el 28 de agosto de 1849 con un "carisma centrado en la misericordia de Dios", según el Cardenal Becciu.
"Bajo la dirección de la Madre Alfons María, vemos a sus hermanas jóvenes realizar acciones simples y concretas que apuntan a aliviar el sufrimiento, sin hacer distinción de religión o clase social. Se convierten en misioneros de la caridad, de cara a poder terminar epidemias, especialmente durante el cólera de 1854", añadió.