El sacerdote Christian Viña hizo un fuerte llamado a otros miembros del clero para que rechacen el "catolicismo light" y los invitó a convertirse en sacerdotes fieles a Cristo.
"Es hora de ser, nuevamente, solo sacerdotes de Cristo; ni rosas, ni rojos, ni cualquier otro aditamento que quieran imponernos el mundo, el demonio y la carne, nuestros declarados enemigos. ¡Solo de Cristo! ¡Solo de la auténtica y liberadora Verdad!", exhortó el presbítero de la Arquidiócesis de La Plata (Argentina) a través de una columna del 3 de septiembre titulada "Sacerdotes de Cristo: ni rosas, ni rojos".
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En su columna, el P. Viña explicó que el mayor problema del clero en la actualidad, demostrado tras los escándalos de abusos sexuales en Estados Unidos y otros países, son aquellos pastores sin fe, que han adoptado un catolicismo "light" que no busca la santidad, ni aplicar las Sagradas Escrituras, el Catecismo de la Iglesia Católica, el Código de Derecho Canónico u otros documentos del Magisterio.
"Se repite, hasta el cansancio, que la Iglesia tiene que actualizarse; cuando, en realidad, tiene que santificarse. Su única actualización se da en el santo sacrificio de la Misa; en que se actualiza el Misterio Pascual. Si actualización es rendirse ante los caprichos del mundo, eso solo es claudicación, infidelidad a Jesucristo, y hasta apostasía", denunció.
En ese sentido, indicó que la Iglesia "necesita desesperadamente" de un "liderazgo" entre los obispos que haga lo necesario "para trasformar esta crisis en una oportunidad evangélica".
"El camino de la crisis a la reforma es el camino por el cual la Iglesia entera redescubre la gran aventura de la fidelidad y de la ortodoxia católica. El 'catolicismo light' fracasa porque está equivocado. Vivir la aventura de la ortodoxia es la única respuesta a la crisis de fidelidad que es lo que en realidad es la crisis de la Iglesia de Estados Unidos comprendida en toda su plenitud", aseguró.
Por tanto, pidió un redescubrimiento del "coraje de ser católico", para que "obispos, sacerdotes y laicos trasformen el escándalo en una reforma y la crisis en una oportunidad".
Entre otros problemas de clero hoy, el P. Viña dijo que se encuentra el "desterrarse en la predicación y en la catequesis el tema del juicio individual" y "la correspondiente retribución, Cielo o infierno", para cambiarlo por una "suerte de vale todo" con el pensamiento de que Dios lo perdona todo.
"Porque, al final, Dios en su infinita misericordia todo lo perdona. ¡Perdona, por supuesto, cuando hay arrepentimiento y penitencia! De lo contrario, sería mucho más injusto y perverso que cualquiera de los jueces horribles que abundan en nuestro mundo. Es inevitable: cuando se desfigura la imagen de Dios, se termina desfigurando la imagen del hombre", añadió.
El P. Viña también criticó que hoy se hable "muchísimo de la opción por los pobres", pero se "termina despojando a pobres y ricos de la absoluta riqueza del Evangelio; convertido en mera sociología, o presunta garantía de tierra, techo y trabajo".
"¿En qué parte de la Biblia se nos manda a convertirnos en una ONG multinacional, con mayor o menor prestigio? ¿O es que, acaso, nuestra misión última es luchar por el progreso social y económico intramundano, sin ninguna referencia a nuestro destino final del Cielo; en el que se cree poco o al que se da absolutamente por asegurado?", se preguntó el presbítero.
Finalmente, el P. Viña expresó su esperanza en "la inmensa mayoría de sacerdotes fieles" y, sobre todo, "por amor, honor, reparación y desagravio a su Divino Fundador", que la "Iglesia debe depurarse a fondo, y cuanto antes. Sin medias tintas ni parches".