Este sábado el Papa Francisco presidió en el estadio Croke Park de Dublín (Irlanda), la Fiesta de las Familias, donde llamó a anclar la vida familiar en el amor de Dios y alentó a los padres a bautizar a los niños desde pequeños "para que puedan formar parte de la gran familia de Dios".
El Santo Padre llegó al estadio aproximadamente a las 7:45 p.m. (hora local), para presidir el evento central del Encuentro Mundial de las Familias que culminará mañana con una Misa en el Parque Fénix.
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Francisco fue recibido por cerca de 70 mil personas. En las palabras de bienvenida, el Prefecto del Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida, Cardenal Kevin Farrell, recordó que en el encuentro realizado en Filadelfia (Estados Unidos) en 2015, el Papa dijo que las familias son "el sueño de Dios para la humanidad".
"Cristo está realmente presente en el matrimonio, en la vida cotidiana de las parejas. Las familias aquí, que provienen de más de 114 países diferentes, han venido para compartir esto con el mundo y para dar a conocer que la suya es una vocación poderosa en la Iglesia universal", expresó.
Durante el evento, el Santo Padre escuchó el testimonio de cinco familias, una de la India, una de Canadá, otra de Irak y dos de Irlanda.
Entre los testimonios, destacó el de la familia iraquí, cuya madre Enass Mekhael compartió ser hermana del P. Ragheed Ganni, fue martirizado junto con algunos de sus compañeros por terroristas musulmanes en 2007 "después de celebrar la Misa por su pueblo en la Iglesia del Espíritu Santo", en Mosul.
Asimismo, participó una familia numerosa formada por Mary y Damian Richardson. Ambos revelaron que en su juventud cayeron en las drogas y que tener su hogar les ha dado fuerzas para salir adelante. Actualmente tienen nueves hijos biológicos y uno adoptado.
Antes del último testimonio, el Papa y los 70 mil asistentes fueron testigos de la interpretación del Ave María de Franz Schubert por parte de Andrea Bocelli y Celine Byrne. Ambos cantantes volverían a aparecer en el escenario luego del discurso del Papa, esta vez para interpretar Nessun dorma, de Giacomo Puccini.
En su discurso, el Santo Padre recordó que las familias son la esperanza de la Iglesia y del mundo, así como el lugar donde siempre se puede encontrar a Jesús.
Ante los miles de asistentes, el Pontífice también exhortó a los padres a bautizar a sus hijos "lo antes posible, para que puedan formar parte de la gran familia de Dios".
Además pidió que las nuevas tecnologías, aunque necesarias, no sean un motivo para que en los hogares no se dialogue y compartan experiencias. "El matrimonio cristiano y la vida familiar manifiestan toda su belleza y atractivo si están anclados en el amor de Dios", añadió.
Finalmente, después de rezar juntos la oración oficial del Encuentro Mundial de las Familias, el Pontífice dio la bendición a las miles de personas presentes.