El Gobierno socialista de Pedro Sánchez ha ordenado exhumar los restos de Francisco Franco del Valle de los Caídos, modificando la Ley de Memoria Histórica; desde el Arzobispado de Madrid afirman que "un eventual traslado" debería hacerse "con el mayor consenso posible, particularmente entre el Gobierno y la familia del difunto".
El Gobierno socialista ha aprobado en el Consejo de Ministros de este 24 de agosto un real decreto que modifica la Ley de Memoria Histórica y que permite la exhumación y el traslado de los restos mortales del dictador Francisco Franco, enterrado en el Valle de los Caídos desde hace 43 años, con el argumento de que se trata de una actuación urgente para la "dignidad de la democracia española".
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El Valle de los Caídos se encuentra en la Sierra de Guadarrama, en el valle de Cuelgamuros, a 55 kilómetros de Madrid. Se construyó por deseo de Francisco Franco entre los años 1940 y 1958 como mausoleo de quienes lucharon en la Guerra Civil española.
Es un complejo arquitectónico en donde se encuentra una abadía benedictina, que cuenta con una cruz -la más alta del mundo-, una escalinata, explanada y una basílica.
Franco fue enterrado allí tras su muerte en 1975, así como José Antonio Primo de Rivera, creador de la Falange, el partido político que Franco sustentó su régimen. Junto a ellos también reposan los cuerpos de casi 34 mil combatientes de la Guerra Civil de ambos bandos. Se trata de un monumento controvertido, porque para sus detractores es un recuerdo del régimen franquista y la exaltación de la memoria de Franco.
La Ley de Memoria histórica fue aprobada en 2007 durante el Gobierno socialista de José Luis Rodríguez Zapatero y establece una serie de medidas a favor de quienes padecieron persecución o violencia durante la Guerra Civil española y la posterior dictadura de Francisco Franco.
Entre esas medidas se establece la retirada de monumentos, símbolos o nombres de lugares públicos relacionados con la Guerra Civil y la dictadura. Sin embargo, expertos la consideran una ley controvertida porque no favorece la reconciliación de los españoles.
La modificación a la Ley de Memoria Histórica aprobada hoy precisa que "en el Valle de los Caídos sólo podrán yacer los restos mortales de personas fallecidas a consecuencia de la guerra civil española, como lugar de conmemoración, recuerdo y homenaje a las víctimas de la contienda".
El próximo 31 de agosto el Gobierno tiene previsto acordar el procedimiento administrativo para iniciar la orden de exhumación y dan 15 días a la familia para que se hagan cargo de los restos.
Si la familia Franco no colabora en este proceso, será el Gobierno quien determine el traslado y el lugar donde se enterrarán los restos del dictador.
Está previsto que la exhumación y traslado de los restos de Franco se cumplan en un plazo máximo de un año.
Postura del Arzobispado de Madrid
Desde el Arzobispado de Madrid (España) han enviado un comunicado en donde precisan que "desde el primer momento" han insistido en que "un eventual traslado de los restos mortales de D. Francisco Franco Bahamonde se debería hacer con el mayor consenso posible, particularmente entre el Gobierno y la familia del difunto".
"Como Iglesia no nos compete valorar la conveniencia ni la urgencia de la modificación legal; sí mostrar nuestra efectiva disposición para coger en terreno sagrado los restos mortales de un bautizado", subrayan.
Además afirman que invocan de nuevo "la oportunidad de un acuerdo entre el Gobierno, las distintas opciones políticas y la familia del finado" y apuntan que "sin perjuicio de lo anterior, la Iglesia acatará el mandato legal una vez sea firme y ejecutivo".
"La Iglesia Católica en Madrid quiere preservar su independencia política, fomentando el espíritu de concordia entre todos los españoles y cultivando la oración para el logro de una convivencia de paz, justicia y libertad", expresan en el comunicado.
Exhumación para desacralizar el Valle de los Caídos
Las propuestas de desacralizar el Valle de los Caídos han sido muchas por parte de la izquierda en los últimos años. La más reciente fue el pasado viernes 29 de junio, cuando el partido político Izquierda Unida presentó una propuesta de ley para que, aprovechando la exhumación de los restos del dictador español, se desacralice el recinto y se elimine la cruz que lo preside.
Según la propuesta de Izquierda Unida pretenden "desacralizar el espacio monumental", desmantelar o demoler "elementos incompatibles con un estado democrático" entre los que destaca "la monumental cruz-espada".
Por lo que se sospecha que la decisión de exhumar los restos de Franco no sea más que una excusa para eliminar todo el conjunto arquitectónico y convertirlo en un centro de interpretación de la Guerra Civil, así como para retirar la cruz.
En la reciente reunión mantenida entre Pedro Sánchez y el Presidente de la Conferencia Episcopal Española, Cardenal Ricardo Blázquez, el presidente del gobierno aseguró que la cruz no sería derrumbada y que los monjes benedictinos que viven en la abadía continuarán en el lugar.
El portavoz de la Conferencia Episcopal Española, P. José María Gil Tamayo, aseguró en una rueda de prensa el pasado 28 de junio que a la Iglesia Católica no le corresponde la decisión de que los restos del dictador permanezcan o no en el lugar.